Charlotte H. Wolf

PERSONALIDAD

Dominante y selectiva; celosa y muy posesiva. Algo arrogante, altanera, e incluso petulante. También una bromista innata; sarcástica e irónica a más no poder. Charlotte es eso y mucho más de forma breve y resumida. Simplemente lo tiene todo; es una verdadera caja de sorpresas.

Una mujer inteligente, y por lo tanto, peligrosa. Se considera la ladrona más avispada de la tierra salvaje, y definitivamente, puede que lo sea; el título no lo ganaría en vano, por supuesto.

Es muy independiente, y autosuficiente; le fastidia necesitar de la gente, pues encima de considerarles estorbo a la mayoría, también están aquellos que le importan y que sabe, se volverían una debilidad.

Valiente y orgullosa; desea ganarse el respeto de muchos de los de la resistencia y ser de cuidado de los del Consejo. Astuta y con los pies en la tierra; tiene los ideales de su madre y los que su padre, tristemente, ha abandonado.

Es fría y calculadora la mayor parte del tiempo. Cada paso está bien planeado; ella no comete errores. No están permitidos. Sin embargo, y muy a su pesar, su impulsividad – uno de sus peores defectos –, puede terminar por traicionarla cuando se encuentra fuera de sus cabales, pues si se ofusca demasiado, es fácil que actué sin pensar y se olvide de los procedimientos que tanto se empeña en imponer.

Fuerte, obstinada, y decidida. No se detiene hasta conseguir lo que desea por mucho tiempo que le lleve lograrlo. Es ambiciosa, y, al menos para ella, todo lo que brilla es oro. El término de interesada no aplica en su persona; es de las que obtienen lo que quieren, sin importar que tengan que hacer para conseguirlo, aunque mayoritariamente por su cuenta y sin ayuda del resto. Llamarla oportunista si es lo que quieren, a ella poco le importa.

Vive con la filosofía de vida de que, si vas a hacer algo, debes hacerlo bien. Siempre tiene claros sus objetivos, y sus expectativas resultan ser las más altas; lo mejor no es opción, es prioridad.

Ardiente e increíblemente apasionada en todo lo que hace. También impertinente e insensible algunas veces; dice las cosas de frente, y del modo que a ella le parece correcto, aunque esto no significa que por lo tanto sea el correcto.

Es un poco salvaje, y sin duda alguna, una rebelde con causa. No permite que le den órdenes, simplemente lo detesta y le pone de mal humor. Puede llegar a tener muy mal genio si se le irrita demasiado, pues es recientemente madura, y los ataques de adolescente descarriada parecen seguir presentes. Algunas veces, llegara a parecer tan solo una jovencita de quince años, en vez de los veintidós que ya tiene.

Sobreprotectora con las personas que le interesan y que considera cercanas; que nadie jamás se atreva o si quiera intente hacerles daño. Es mujer de armas tomar; vengativa, mucho. Si alguien hace algo para perjudicarla, ella no se queda de brazos cruzados. Busca cualquier modo de devolver la ofensa, llegando a ser paciente si así lo requiere, aun cuando no es una de sus más destacables virtudes.

Cuando te ganas su confianza, entonces también obtienes su fidelidad y lealtad eternas, pero por lo tanto, espera recibir a cambio lo mismo, y cuidado con las traiciones, que no es quién para perdonarlas ni soportarlas.

Cree en el amor, sin duda; desearía tener un romance tan puro y verdadero como el de sus padres. Pero, contrario a todo eso, su escaso y para nada satisfactorio historial de relaciones, le deja poco que desear. No tiene muy claro si volver a enamorarse es lo que quiere, pero sabe que el sentimiento esta ahí, queriendo volver a aflorar.

HISTORIA

Creció sin nada que envidiar a nadie, siendo hija única, si, pero con la calidez de un hogar ejemplar, y unos padres amorosos que le brindaban todo cuanto deseaba gracias a su estabilidad económica.

Sana, alegre, y prácticamente feliz hasta el día que le arrebataron a sus padres, siendo todavía una niña.

Sus padres, los Wolf, eran científicos incurados, tan enamorados uno del otro, que el amor podía respirarse ahí donde fueran. Lottie siempre admiro el cariño y predilección que se profesaban mutuamente, y la idea de un mundo sin amor solo podía resultar terrible y tormentosa cuando se proviene de un hogar como el de ella.

Tanto fue el afecto que le dedicaban al otro, que no tardaron en ser descubiertos y sentenciados a la cura. Ante esto, e incapaz de aceptarlo, Madisson Wolf, madre de Charlotte, intento escapar y huir de lo ya inevitable, logrando solo con esto, su muerte.

Su partida dejo una familia destrozada; una hija que jamás podría contarle secretos o pedirle consejos de chicos, y un esposo destrozado ante la perdida de lo que más amaba en el mundo entero. Eso al menos, hasta el día de su intervención.

Tras eso, y con el tiempo, olvidó muchas cosas que en su momento aprecio. Para Charlotte, su padre, se termino por convertir en un completo desconocido, y se vio a si misma evitando a su progenitor. Sin amor ya no era el mismo, y ella no podía regresarle. Le había perdido, y eso, junto a la muerte de su madre, era como si le hubiesen arrebatado todo lo que alguna vez había tenido.

Charles Wolf cuidó de su hija siempre como buen padre; viéndola crecer como haría cualquier otro, pero ignorando por completo los sentimientos de Charlotte.

Siendo todavía una niña, se prometió que sería como su madre, y sin importar qué, ella lograría lo que su progenitora no; se fugaría de aquel lugar para vivir como quisiera, libre y capaz de amar sin restricción, sin importar si más tarde pudiese llegar a ser detenida y asesinada después.

Durante su niñez – poco después del arrebatador evento que destruyo a su familia –, conoció a Callum, quién se volvió su mejor amigo e inseparable.

Se criaron prácticamente juntos, compartiendo todo cuanto podían y jugando como lo que bien eran; niños. Su unión llego a ser tan grande, que Charlotte confeso aquello que a nadie; le conto acerca de su madre, la tragedia que ennegreció su vida, el eterno amor profesado por sus padres... y aunque el niño pareció entenderlo, su educación era claramente diferente.

Lottie lo comprendió tan pronto como crecieron, puesto que Callum demostró una gran indiferencia a la intervención, y eso a ella poco la tranquilizaba. Charlotte tenía el sueño de escaparse, y de ser posible, con él también. Se había enamorado de Callum.

Sin embargo, nunca llego a confesarlo, aunque sospechaba que él lo sabía de antemano. Si tan solo Callum no pareciera tan insensible sin siquiera haber sido aun sometido a la cura, tal vez todo habría sido distinto.

Y aunque ella hubiese intentado algo, su intervención fue programada dos meses antes que la de Callum, matando con ella toda esperanza. Casi parecía resignada ante la idea, pero exactamente el día de su intervención, ella escapó sola a tierra salvaje con éxito, como pocos han logrado. Se fue sin decir una palabra a nadie; ni siquiera a Callum. Dejando atrás lo poco que tenía, que más bien era nada, sin contar a su padre, que si bien ya no era el mismo, era lo único que le quedaba.

Se instaló con un grupo de inválidos sin saber nada acerca del mundo, para luego irse con carroñeros que conseguían las cosas más fáciles, sin importar cómo. Dos de ellos en particular, se volvieron sus fieles aliados y amigos, y a su vez, le enseñaron como sobrevivir tal cual ellos.

Charlotte volvió tan solo para la intervención de Callum, intentando convencerle de irse juntos a tierra salvaje, pero él no aceptó, haciendo que algo dentro de Lottie se quebrara en miles de pedazos.

Fue intervenido con éxito, pero aun a pesar de eso, con Charlotte siguió comportándose de la misma manera, sorprendiéndola. Él se convirtió en un regulador, y ella en una c carroñera; lo que les volvía automáticamente en enemigos uno del otro. Y sin embargo, a pesar de verla por las calles de Portland, haciendo su trabajo como siempre, nunca la delato.

Tal vez eso fue lo único que le brindo a Charlotte un poco de esperanza; sintiendo que su amigo no estaba del todo perdido, y que un poco de amor todavía quedaba dentro de él.

Lo que alguna vez solo pareció una única y prioritaria misión, se convirtió en algo mucho más importante con Callum involucrado. Ya no solo se trataba del amor; de evitar una cura absurda, sino también regresar a su amigo, y tal vez, solo tal vez, de recuperar a su padre.