Cavando mi salida ( Callum D. Kresing)

Correr eso es lo único que quería correr lejos y perderme por un momento de tantas discusiones tontas con mis padres. Últimamente solo se basaba en eso en una discusión detrás de otra y así sucesivamente, ya estaba cansada. Siempre acababa yo siendo la mala de la película, la rebelde... la inmadura. Para ellos no hacía nada bien y para colmo mi querido hermano mayor se metía para incordiar. Cuando ya no pude correr mas me pare en seco y grite a voz pulmón.Entonces me di cuenta que alguien me había seguido, me volteé rápidamente y no encontré a nadie hasta que baje solo un poco la mirada y allí estaba él, mirándome con curiosidad y con la lengua a fuera debido al ejercicio, tampoco tenia ganas de tener a mi perro al lado todo el día pero tampoco era justo que pagar con él la pelea con mis padres. Era estresante estar siempre de una discusión a otra y por la mas mínima tontería. Hoy la cosa iba porque me fui anoche y no volví hasta la mañana. Había pasado la noche con Nicolás, había entrado en la ciudad y robado alguna cervezas por lo que nos habíamos llevado toda la noche bebiendo y riendo frente al lago. Entiendo que estuvieran preocupados pues no había avisado de mi salida, pero joder en Tierras Salvajes estoy a salvo y Nicolás me cuida porque tanto escándalo, ademas ni que todos los días hiciera lo mismo.

Sumida en mis pensamiento mientras caminaba llegue a la entrada de los túneles subterráneos oculta por una mata de hierba que cubría hasta la cabeza, estos túneles conectaban la ciudad con las afueras sin tener que ser vista por los vigilantes de la ciudad. Por ellos es por donde todos los jóvenes que no querían ser curados salían, aunque tardaban semanas en salir pues no era fácil para alguien que no había estado nunca allí encontrar la salida. Los Invalidos y Carroñeros sin embargo nos conocíamos bien esos parámetros podíamos hacer el recorrido con los ojos vendados si quisiéramos. Entre sin pensármelo pues había un lugar al cual me gustaba ir cuando quería estar sola y es que era el único lugar que me gustaba de la ciudad, me tope con el en el corto tiempo que viví en la ciudad entre los incurados debido a un plan de la resistencia, un tiempo que para mi gusto se hizo eterno. Las reglas tan estrictas de la ciudad no me iban, una chica como yo acostumbrada a vivir a su antojo y con pocas limitaciones no estaba acostumbrada a aquello. Una vez que se hizo la protesta yo y muchos otros volvimos a Tierras Salvajes.

Me dirigía por los túneles sin mirar demasiado por donde andaba hasta que llegue a la entrada de la ciudad. No eran mas que 20 minutos andando, "Papi" se puso a mi lado y obediente se dedico a andar detrás de mi. Me dirigía a aquel lugar en el cual me sentía bien, Great diamond Island un lugar lleno de rocas y con olor a sal. "Aquí tenemos playas y lagos" había dicho mi padre una y otra vez pero nada comparado con aquello. Las playas y lagos de Tierra Salvaje estaban sucios y descuidados al contrario de este lugar. Siempre suelo sentarme en una roca a contemplar el horizonte hasta el atardecer que tenía que volver porque los túneles estaban muy oscuros de noche. No tarde mucho en llegar ni me tope con muchas gente pues los mas jóvenes se encontraban estudiando y los mayores trabajando, una de las cosas buenas que tenia es que me hacía pasar por uno de ellos fácilmente, en Tierras Salvajes nos preparábamos para eso para pasar desperdicios entre ellos también debo admitir que ayudo mucho el mes que estuve en la ciudad.

Me senté en una roca y me dedique como "Papi" corría de una punta a otra de la playa, estaba como loco, nunca lo había llevado allí y el era todo un aventurero. Cuando se canso de correr se dedico a explorar mas detenidamente y cuando se canso de no encontrar nada interesante vino a sentarse a mi lado. Allí no había nadie, ventaja para mi pues no me apetecía estar en tensión todo el tiempo. Solo quería un rato de paz