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Noche de Luna Llena { Aiden}
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Noche de Luna Llena { Aiden}
Había ido al centro comercial a comprar unas cuantas cosas que me hacían falta, pero termine por no comprando nada, solo me dedique a mirar y medirme ropa. Comer en algún establecimiento, lo cual hizo que el día se pasara tan rápido que en un abrir y cerrar de ojos ya era de noche. Las calles estaban iluminadas y podía ver como los establecimientos cerraba. Como siempre había quedado con un par de bolsas, después de que al final me había dado la gana de comprarme una que otra blusa, y lencería. Llegue hasta mi auto, la calle estaba demasiado oscura, subí las cosas en la cajuela, y me quede ahí parada en la oscuridad, mirando la luna que se encontraba en su mas explendida forma, estaba amarilla y redonda.
Busque en mi bolso una cajetilla de cigarros, tome uno algo doblado me quedaban solo 3, no era que fuera una fumadora compulsiva simplemente lo hacía cuando me venía en gana y no era del todo contante. La gente pasaba y me miraba de reojo, y después de un momento dejaron de pasar, y se torno todo mas silencioso, escuchaba uno que otro paso que se perdía en la lejanía y el ruido de autos pasar a toda velocidad aprovechando que la calle estaba completamente vacía. Sin respetar reglas como era de costumbre a esas hora de la noches. Me subí en la caja delantera del auto mientras miraba el cielo estrellado, no tenía intenciones de irme a casa en esos momentos, y más si no tenía a nadie que me esperara impacientemente. Había llevado una vida solitaria, donde había noches que el calor de un cuerpo hacia que ese vacío dentro de mí se calmara.
Un ruido me hizo volver, estaba algo cerca, uno de los autos se junto. No hice ruido, ni nada, ni me moví me quede ahí terminando de fumar mi cigarrillo antes de subir al auto nuevamente para irme a casa. No pude ver a la persona, estaba un poco oscuro, solo escuche el pitido del auto lo cual me anuncio que era hora de que me fuera, me levante y me quite la ramera que tenia pues a pesar de que la noche estaba un tanto fría mi cuerpo hervía, a temperatura normal. No pude evitar mirar la silueta, parecía interesante, y familiar.
Busque en mi bolso una cajetilla de cigarros, tome uno algo doblado me quedaban solo 3, no era que fuera una fumadora compulsiva simplemente lo hacía cuando me venía en gana y no era del todo contante. La gente pasaba y me miraba de reojo, y después de un momento dejaron de pasar, y se torno todo mas silencioso, escuchaba uno que otro paso que se perdía en la lejanía y el ruido de autos pasar a toda velocidad aprovechando que la calle estaba completamente vacía. Sin respetar reglas como era de costumbre a esas hora de la noches. Me subí en la caja delantera del auto mientras miraba el cielo estrellado, no tenía intenciones de irme a casa en esos momentos, y más si no tenía a nadie que me esperara impacientemente. Había llevado una vida solitaria, donde había noches que el calor de un cuerpo hacia que ese vacío dentro de mí se calmara.
Un ruido me hizo volver, estaba algo cerca, uno de los autos se junto. No hice ruido, ni nada, ni me moví me quede ahí terminando de fumar mi cigarrillo antes de subir al auto nuevamente para irme a casa. No pude ver a la persona, estaba un poco oscuro, solo escuche el pitido del auto lo cual me anuncio que era hora de que me fuera, me levante y me quite la ramera que tenia pues a pesar de que la noche estaba un tanto fría mi cuerpo hervía, a temperatura normal. No pude evitar mirar la silueta, parecía interesante, y familiar.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Sabía muy bien que tenía prohibido transitar las calles en horarios nocturos, que no debía hacer lo ilegal pues las penas podrían ser muy duras. Sin embargo, considerando que ya casi estaba por cumplir mis 22 años de edad, lo cual me obligaría a ser intervenido por científicos en una operacion para ser un Curado, sentía que era necesario vivir un poco mas la vida... explorar el mundo de las sensaciones y las experiencias, antes de que el dia llegara y se me arrebatara la posibilidad de manera definitiva. Probablemente terminaría rindiéndome y dejando que se me realizara el proceso de eliminación del amor, o probablemente buscaría una alternativa, un escape... de momento, tan solo quería atreverme a mas, desafiar las reglas, vivir y experimentar, sentir todo lo que pudiera sentir... ser libre como persona y como ser humano, con todo lo que eso incluye en cuanto a sentimientos y sensaciones.
Mi recorrido me habia llevado hacia la zona del centro comercial, lugar muy concurrido durante el día, pero ya para la noche bastante desierto. No habia observado el panorama bajo estas condiciones particulares con anterioridad, por lo cual me sentía muy bien, estaba experimentando algo nuevo y eso siempre era para mí algo grandioso y gratificante. Miré a mis alrededores... no parecía haber muchas personas, lo cual me tranquilizaba un poco pues si me llegaba a cruzar con algun regulador o científico, estaría en problemas.
Mi auto quedó estacionado junto a otro donde pude observar una figura femenina en el interior. Me sorprendió notar que no contaba con mucha ropa en su parte superior, algo un poco extraño pues no era una noche muy calurosa que digamos. Me bajé del auto aparentando estar apurado, pues en parte era cierto que no quería estar mucho tiempo ahi, y cuando estuve listo, comencé a caminar alrededor del vehículo para alejarme. En mi paso, sin embargo, mi mirada se cruzó con la de la mujer... sus ojos profundos, su mirada penetrante e intensa, se fijó en mí como si estuviera entrando en mi ser y pudiera observar mi alma entera y desnuda... jamás habia pasado por semejante situacion, jamas habia visto a alguien con la capacidad de hacerme sentir de esa manera con tan solo una mirada fugaz.
Ella probablemente se iría, o al menos eso parecía, por lo cual esperaba que no me diera demasiada importancia... no porque no me pareciera una persona interesante, sino porque era la primera vez que salia a estas horas por estos lados y temía meterme en demasiados problemas. Con eso en mente, le dediqué un gesto amable con mi mano derecha, como quien saluda de paso a un vecino o un conocido, y me alejé unos cuantos pasos de los automóviles. ¿Me seguiría?, no... no tenía motivos para hacerlo, aunque parte de mi pensaba que quizas eso podría ser algo muy agradable... despues de todo, si con una sola mirada me habia hecho sentir tantas cosas, de solo pensar en otro tipo de cosas me hacia imaginar lo inimaginable.
Tras un suspiro, empecé a caminar por una de las calles próximas, aún sin perder de vista el automovil donde esa exótica mujer se encontraba. Pronto me ví frente a un camino mas oscuro, mas silencioso. Por un momento dudé, pues parecía ser poco seguro, pero al mismo tiempo mis sentidos y mi corazonada del momento me decían que siguiera, que tomara valor y que fuera por esas experiencias nuevas que tanto anhelaba disfrutar. Tomando valor, me metí en ese sitio, mirando a mis alrededores con cuidado, dejando que el camino detras de mi estuviera ya sin vigila. Si esa mujer misteriosa, o cualquier otra persona recorriendo la ciudad durante la noche, decidía aproximarse a mi posicion, quizas no podría advertirlo de manera inmediata.
-Bien Aiden, es hora de explorar lo que no quieren que veas...- Me dije a mi mismo, luego de tomar una inspiración profunda y comenzar a caminar hacia adelante a paso lento y firme.
Mi recorrido me habia llevado hacia la zona del centro comercial, lugar muy concurrido durante el día, pero ya para la noche bastante desierto. No habia observado el panorama bajo estas condiciones particulares con anterioridad, por lo cual me sentía muy bien, estaba experimentando algo nuevo y eso siempre era para mí algo grandioso y gratificante. Miré a mis alrededores... no parecía haber muchas personas, lo cual me tranquilizaba un poco pues si me llegaba a cruzar con algun regulador o científico, estaría en problemas.
Mi auto quedó estacionado junto a otro donde pude observar una figura femenina en el interior. Me sorprendió notar que no contaba con mucha ropa en su parte superior, algo un poco extraño pues no era una noche muy calurosa que digamos. Me bajé del auto aparentando estar apurado, pues en parte era cierto que no quería estar mucho tiempo ahi, y cuando estuve listo, comencé a caminar alrededor del vehículo para alejarme. En mi paso, sin embargo, mi mirada se cruzó con la de la mujer... sus ojos profundos, su mirada penetrante e intensa, se fijó en mí como si estuviera entrando en mi ser y pudiera observar mi alma entera y desnuda... jamás habia pasado por semejante situacion, jamas habia visto a alguien con la capacidad de hacerme sentir de esa manera con tan solo una mirada fugaz.
Ella probablemente se iría, o al menos eso parecía, por lo cual esperaba que no me diera demasiada importancia... no porque no me pareciera una persona interesante, sino porque era la primera vez que salia a estas horas por estos lados y temía meterme en demasiados problemas. Con eso en mente, le dediqué un gesto amable con mi mano derecha, como quien saluda de paso a un vecino o un conocido, y me alejé unos cuantos pasos de los automóviles. ¿Me seguiría?, no... no tenía motivos para hacerlo, aunque parte de mi pensaba que quizas eso podría ser algo muy agradable... despues de todo, si con una sola mirada me habia hecho sentir tantas cosas, de solo pensar en otro tipo de cosas me hacia imaginar lo inimaginable.
Tras un suspiro, empecé a caminar por una de las calles próximas, aún sin perder de vista el automovil donde esa exótica mujer se encontraba. Pronto me ví frente a un camino mas oscuro, mas silencioso. Por un momento dudé, pues parecía ser poco seguro, pero al mismo tiempo mis sentidos y mi corazonada del momento me decían que siguiera, que tomara valor y que fuera por esas experiencias nuevas que tanto anhelaba disfrutar. Tomando valor, me metí en ese sitio, mirando a mis alrededores con cuidado, dejando que el camino detras de mi estuviera ya sin vigila. Si esa mujer misteriosa, o cualquier otra persona recorriendo la ciudad durante la noche, decidía aproximarse a mi posicion, quizas no podría advertirlo de manera inmediata.
-Bien Aiden, es hora de explorar lo que no quieren que veas...- Me dije a mi mismo, luego de tomar una inspiración profunda y comenzar a caminar hacia adelante a paso lento y firme.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Pude ver como se alejaba el hombre. Había tirado su cartera y no tenía intención de gritarle. Era curiosa y lo primero que hice fue mirar en su interior. Pude su identificación. Mis ojos se fueron directamente a su fecha de nacimiento, aun no se había realizado la cirugía, pero que estaba haciendo a estas horas de la noche. Tome mi arma y decidí hacerle pasar un mal rato. No estaba en mi hora de trabajo, pero podía sacar provecho de cualquier circunstancia. Cerré el auto nuevamente y me dirigí por la callejuela en la cual el hombre había caminado. Mis pasos eran tranquilos, al paso en el que iba parecía que no se queria alejar mucho, por lo que no se me seria difícil encontrarle metido en algun lugar, era extraño que hacía a esas horas merodeando si todo estaba cerrado, quizá de alguien, alguna cita.
Llegue a verlo a un par de metros, lo suficiente como para que mi voz lo alcanzara sin necesidad de correr hasta él, él vendría a mi.- Aiden Silverstar – Le dije con voz pausada, con aquella voz despreocupada y poderosa. Solo me dio tiempo de acercarme y pararme a su lado caminar a su lado, mirarle la cara de confundido al darse cuenta de que una extraña sabia su nombre y él no sabía el mío. Era embriagante ver su rostro expresando sentimientos que yo jamás podría gesticular en mi rostro, parecía una niña observando algo que nunca había visto antes. No esperaba respuesta alguna de él, lo podía ver en su rostro aquellos sentimientos encontrados que me resultaban fascinantes, aterradores, todo al mismo tiempo. Tenía curiosidad por algo desconocido para mi, a pesar que alguna vez había sido así como él todo aquello había quedado en el olvido era como si yo hubiera vuelto a nacer, pero mejorada, sin esa enfermedad que solo traído dolor.
Mi hermana me había tachado de cobarde, y siempre que tenía oportunidad me lo tiraba en la cara. Quizá tenía razón, por eso le odiaba tanto, que tuviera ella el valor, y yo no para soportar esa gran carga. No podía extrañar nada de lo que había tenido alguna vez, había sido eliminado de mi sistema, pero lo que no había podido olvidar era el vacio que había quedado después de eso, un vacio que no podía llenar con nada. Simplemente abrumador. Lo mire con una media sonrisa.- Sabes que no deberías de estar a estas horas de la noche…..te podrías encontrar con un regulador- Le dije un tanto seria, borrando aquella sonrisa descarada del rostro y enfocándome en sus ojos sin dejar de caminar.- Tienes suerte que este en mi tiempo libre…..- Dije por fin, dándole entender que posiblemente se metería en problemas.
Llegue a verlo a un par de metros, lo suficiente como para que mi voz lo alcanzara sin necesidad de correr hasta él, él vendría a mi.- Aiden Silverstar – Le dije con voz pausada, con aquella voz despreocupada y poderosa. Solo me dio tiempo de acercarme y pararme a su lado caminar a su lado, mirarle la cara de confundido al darse cuenta de que una extraña sabia su nombre y él no sabía el mío. Era embriagante ver su rostro expresando sentimientos que yo jamás podría gesticular en mi rostro, parecía una niña observando algo que nunca había visto antes. No esperaba respuesta alguna de él, lo podía ver en su rostro aquellos sentimientos encontrados que me resultaban fascinantes, aterradores, todo al mismo tiempo. Tenía curiosidad por algo desconocido para mi, a pesar que alguna vez había sido así como él todo aquello había quedado en el olvido era como si yo hubiera vuelto a nacer, pero mejorada, sin esa enfermedad que solo traído dolor.
Mi hermana me había tachado de cobarde, y siempre que tenía oportunidad me lo tiraba en la cara. Quizá tenía razón, por eso le odiaba tanto, que tuviera ella el valor, y yo no para soportar esa gran carga. No podía extrañar nada de lo que había tenido alguna vez, había sido eliminado de mi sistema, pero lo que no había podido olvidar era el vacio que había quedado después de eso, un vacio que no podía llenar con nada. Simplemente abrumador. Lo mire con una media sonrisa.- Sabes que no deberías de estar a estas horas de la noche…..te podrías encontrar con un regulador- Le dije un tanto seria, borrando aquella sonrisa descarada del rostro y enfocándome en sus ojos sin dejar de caminar.- Tienes suerte que este en mi tiempo libre…..- Dije por fin, dándole entender que posiblemente se metería en problemas.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Mis pasos me llevaron a un callejón oscuro, lejos de la visibilidad que podría delatarme si me mantenia en medio de una avenida o ruta transitada. Sin embargo, y para mi sorpresa, no estuve mucho tiempo volando bajo para que el radar no me captara, pues pronto alguien se percató de mi presencia y se hizo oír nada mas y nada menos que mencionando mi nombre. Sorprendido me detuve en mi marcha, mis ojos se abrieron de manera involuntaria en señal de sorpresa, para luego poder apreciar que, quien mencionaba mi nombre, era nada mas y nada menos que aquella misteriosa mujer que habia visto recientemente en el auto. ¿Me habia seguido?.
Me mantuve a la defensiva, tratando de no demostrar ninguna señal de nerviosismo ni debilidad, pero alerta de que ella podría llegar a representar un riesgo para mi. No quería creer que mi primera noche violando las reglas terminaría siendo detenido o castigado... no podia tener tanta mala suerte. Era indispensable que saliera de esa situacion de la mejor manera, por lo cual decidí entrar en el juego de la persona que ahora me acompañaba en ese oscuro y silencioso sitio, para ver qué era lo que quería de mí y cuáles eran sus intenciones.
-Entonces encontrarte bajo estas circunstancias es afortunado para mi, ¿Cierto?... Basándome en tus palabras, no eres una reguladora o, al menos, no planeas serlo en este momento.- Le respondí mientras la observaba con mayor detenimiento, notando esa mirada tan penetrante e intensa que la caracterizaba. Jamás habia visto ojos semejantes, y no solo eso, ahora que la observaba con mas detalle, podía notar que era poseedora de una belleza sublime, cada detalle y rasgo de su rostro trabajaba en perfecta armonía con los otros para demostrar una imagen digna de ser llamada obra de arte. Era una mujer hermosa, no podía negarlo... y eso en parte era intimidante y a la vez atractivo, pues al jamas haber tenido contacto con una dama, solía tener una cierta debilidad por quienes consideraba irresistibles.
-¿Podrías decirme cómo sabes mi nombre?... ¿Vienes a advertirme, o tienes algo mas en mente?- Pregunté armandome de valor, algo que probablemente no le caería bien si era una persona muy estricta y de poca paciencia, pero que quizas podría darme alguna respuesta e incluso demostrar que no era un sujeto que podría ser facilmente intimidado. La verdad era que no quería caerle mal a esa mujer, quien parecía ser del tipo de persona que no sería bueno tener de enemiga... si ella era una reguladora en verdad, y estaba dispuesta a dejar pasar esta violacion de las reglas por mi parte, entonces mejor sería estar de su lado.
Me mantuve a la defensiva, tratando de no demostrar ninguna señal de nerviosismo ni debilidad, pero alerta de que ella podría llegar a representar un riesgo para mi. No quería creer que mi primera noche violando las reglas terminaría siendo detenido o castigado... no podia tener tanta mala suerte. Era indispensable que saliera de esa situacion de la mejor manera, por lo cual decidí entrar en el juego de la persona que ahora me acompañaba en ese oscuro y silencioso sitio, para ver qué era lo que quería de mí y cuáles eran sus intenciones.
-Entonces encontrarte bajo estas circunstancias es afortunado para mi, ¿Cierto?... Basándome en tus palabras, no eres una reguladora o, al menos, no planeas serlo en este momento.- Le respondí mientras la observaba con mayor detenimiento, notando esa mirada tan penetrante e intensa que la caracterizaba. Jamás habia visto ojos semejantes, y no solo eso, ahora que la observaba con mas detalle, podía notar que era poseedora de una belleza sublime, cada detalle y rasgo de su rostro trabajaba en perfecta armonía con los otros para demostrar una imagen digna de ser llamada obra de arte. Era una mujer hermosa, no podía negarlo... y eso en parte era intimidante y a la vez atractivo, pues al jamas haber tenido contacto con una dama, solía tener una cierta debilidad por quienes consideraba irresistibles.
-¿Podrías decirme cómo sabes mi nombre?... ¿Vienes a advertirme, o tienes algo mas en mente?- Pregunté armandome de valor, algo que probablemente no le caería bien si era una persona muy estricta y de poca paciencia, pero que quizas podría darme alguna respuesta e incluso demostrar que no era un sujeto que podría ser facilmente intimidado. La verdad era que no quería caerle mal a esa mujer, quien parecía ser del tipo de persona que no sería bueno tener de enemiga... si ella era una reguladora en verdad, y estaba dispuesta a dejar pasar esta violacion de las reglas por mi parte, entonces mejor sería estar de su lado.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Me detuve y lo mire con cierta gracia. No pude evitar escanear su anatomía sin disimularlo no tenía intenciones de parecer una mujer inocente por que estaba lejos de serlo. Escuche su voz preocupado en las palabras que habían salido de mi boca, decir su nombre y no darle razonas algunas lo había frustrado y yo en ese momento estaba disfrutando de toda esa lluvia de sensaciones que estaba experimentando en esos momentos. No dije nada solo me dedique a observarlo como la duda, la curiosidad empezaba a perturbarlo. Era excitante la lluvia de emociones que una persona podía expresar en un solo momento y fue cuando no entendía como las personas se aferraba a esos sentimientos, a esa necesidad de expresarse si vivían ocultando lo que sentían ¿para qué? Entonces para que amaban si no lo iban a demostrar plenamente. Me quede pensando en las emociones y me olvide que estaba enfrente de ese imponente joven tan hermoso tan inocente lleno de emociones, que hacía sentir algo extraño dentro de mí, algo que en esos momentos no pude describir.
Alargue mi mano como si quisiera tocarlo, pero lo único que hice fue extenderle la cartera. – Tranquilo, solo se te cayo esto…- Dije con tranquilidad mientras le dedicaba una sonrisa. No tenía intención de detenerlo, no esta noche lo que menos quería era drama y tener que pelear con alguien mientras se resistía, y si le estaba advirtiendo pues no era la única reguladora que existía y si no era yo alguien más que si estuviera en vigilancia lo metería en problemas, pero bueno parecía que eso no le importaba si no estaría en su casa tranquilo hasta que llegara el momento de su cirugía y ser parte de la comunidad con tranquilidad, o quizá tomar el camino de los otros y ser cazado en un futuro por algún regulador y obligarlo a realizarse la cirugía en contra de su voluntad, que mas daba si todos terminarían con el mismo destino. – ¿O a caso tienes intenciones malas…causarle problemas a un regulador? – Lo mire con curiosidad esperando su respuesta, era evidente que no sabía lo que hacía, y verle indefenso solo hizo acércame un poco más, intimidarlo al grado de que no supiera que hacer.
La noche estaba hermosa y la luna nos iluminaba por completo al menos las siluetas, dando ese color amarillento como película de terror. Esa tonalidad de su piel con el contraste de la noche se veía sumamente perfecta como una pintura. Nuestras manos se tocaron cuando tomo la cartera, y sentí una especie de corriente eléctrica que me invadió todo el cuerpo una sensación que jamás había experimentado. Lo cual me hizo poner sumamente tensa, distante, odiaba ponerme insegura nerviosa pues yo no conocía esas palabras, y ahora yo era la indefensa delante de él, me estaba tornando vulnerable. No podía dejar de mirarlo, de ver sus ojos, sus labios, su piel e imaginarme miles de cosas que rondaban mis más profundos pensamientos.
Alargue mi mano como si quisiera tocarlo, pero lo único que hice fue extenderle la cartera. – Tranquilo, solo se te cayo esto…- Dije con tranquilidad mientras le dedicaba una sonrisa. No tenía intención de detenerlo, no esta noche lo que menos quería era drama y tener que pelear con alguien mientras se resistía, y si le estaba advirtiendo pues no era la única reguladora que existía y si no era yo alguien más que si estuviera en vigilancia lo metería en problemas, pero bueno parecía que eso no le importaba si no estaría en su casa tranquilo hasta que llegara el momento de su cirugía y ser parte de la comunidad con tranquilidad, o quizá tomar el camino de los otros y ser cazado en un futuro por algún regulador y obligarlo a realizarse la cirugía en contra de su voluntad, que mas daba si todos terminarían con el mismo destino. – ¿O a caso tienes intenciones malas…causarle problemas a un regulador? – Lo mire con curiosidad esperando su respuesta, era evidente que no sabía lo que hacía, y verle indefenso solo hizo acércame un poco más, intimidarlo al grado de que no supiera que hacer.
La noche estaba hermosa y la luna nos iluminaba por completo al menos las siluetas, dando ese color amarillento como película de terror. Esa tonalidad de su piel con el contraste de la noche se veía sumamente perfecta como una pintura. Nuestras manos se tocaron cuando tomo la cartera, y sentí una especie de corriente eléctrica que me invadió todo el cuerpo una sensación que jamás había experimentado. Lo cual me hizo poner sumamente tensa, distante, odiaba ponerme insegura nerviosa pues yo no conocía esas palabras, y ahora yo era la indefensa delante de él, me estaba tornando vulnerable. No podía dejar de mirarlo, de ver sus ojos, sus labios, su piel e imaginarme miles de cosas que rondaban mis más profundos pensamientos.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Las cosas cambiaron cuando esa misteriosa mujer extendió su mano hacia mi, ofreciéndome nada mas y nada menos que mi cartera con mis identificaciones y objetos personales dentro. Me sentí un poco estúpido al haber pensado que quizas podria saber mi nombre con tan solo verme... pero la verdad es que habia oido muchas historias bastante alarmantes de como los reguladores cazaban a las personas que querían violar las reglas, por lo cual llegué a imaginar todo tipo de posibilidades. De cualquier modo, aquella atractiva y seductora mujer de cabellos oscuros y piel clara y perfecta parecía no ser una amenaza, por lo cual de a poco comencé a relajarme y a sentirme mas confiado.
-Ya veo... Lamento mi mala educación entonces, señorita... Simplemente me ha tomado por sorpresa, es todo.- Dije, mientras extendía mi mano para tomar lo que era mío y de paso entrar en contacto directo con tu tacto. Como lo suponía, su piel era suave y cálida, algo que con solo verla uno podría haber adivinado, pues ella era un verdadero espectáculo para los ojos e inspiraba calidez, especialmente hacia alguien como yo, jóven y con deseos insatisfechos. -No tengo intenciones de molestar a nadie con mi presencia... Simplemente quiero aprovechar el poco tiempo que me queda, hasta que me obliguen a ser intervenido, para sentirme vivo. Quiero ver la vida nocturna, quiero explorar todas las posibilidades que aun tengo frente a mi y sentir todo eso que quizas luego no pueda... antes de que sea demasiado tarde- Respondí, siendo totalmente honesto hacia alguien que para mi era una completa extraña, ni su nombre sabía y aun así le habia confiado mis motivos y mis pensamientos sobre ese asunto. Habia algo en ella, algo que no podía explicar con certeza, que hacia que me fuera imposible mentir o evitarla... como si su mera presencia representara algo tan fuerte y atrayente que impedia que mis acciones me llevaran en el sentido contrario.
La miré a los ojos luego de guardar mi cartera por unos momentos, asegurándome de que no la volvería a perder. No pude evitar que el brillo de su mirada me dejara un poco estupefacto por unos momentos, pero pronto reaccioné y busqué obtener unas respuestas para mí... despues de todo, esa mujer tan exótica y atractiva parecía ser bastante considerada conmigo y seguramente no le molestaría demasiado si buscaba conocerla un poco mas. Despues de todo, ya se habia tomado la molestia de seguirme y darme mi cartera, asi que al menos podría saber a quién tendría que agradecer por eso si me otorgaba el honor de saber su nombre. -Pues ya sabes mi nombre y qué es lo que estoy haciendo aqui. ¿Podría saber yo el tuyo?... No todos los dias se está en un callejón en medio de la noche con alguien que en vez de delatarlo a uno prefiere ser cómplice y guardar el secreto. Sería un necio si no me interesara...- Le dije buscando demostrar confianza e interés por ella, lo cual era realmente honesto, pero pretendía que lo supiera por medio de mis palabras. Ademas, por supuesto, para un hombre joven como yo, con tantos deseos y sentimientos dando vueltas, estar frente a la presencia de una mujer que desprendia semejante sensualidad, no era poca cosa. Mientras mas la miraba, mayor era la sensacion de calidez que recorría el interior de mi pecho. ¿Eso era lo que las personas llamaban excitación?... si era así, era algo realmente maravilloso.
-Ya veo... Lamento mi mala educación entonces, señorita... Simplemente me ha tomado por sorpresa, es todo.- Dije, mientras extendía mi mano para tomar lo que era mío y de paso entrar en contacto directo con tu tacto. Como lo suponía, su piel era suave y cálida, algo que con solo verla uno podría haber adivinado, pues ella era un verdadero espectáculo para los ojos e inspiraba calidez, especialmente hacia alguien como yo, jóven y con deseos insatisfechos. -No tengo intenciones de molestar a nadie con mi presencia... Simplemente quiero aprovechar el poco tiempo que me queda, hasta que me obliguen a ser intervenido, para sentirme vivo. Quiero ver la vida nocturna, quiero explorar todas las posibilidades que aun tengo frente a mi y sentir todo eso que quizas luego no pueda... antes de que sea demasiado tarde- Respondí, siendo totalmente honesto hacia alguien que para mi era una completa extraña, ni su nombre sabía y aun así le habia confiado mis motivos y mis pensamientos sobre ese asunto. Habia algo en ella, algo que no podía explicar con certeza, que hacia que me fuera imposible mentir o evitarla... como si su mera presencia representara algo tan fuerte y atrayente que impedia que mis acciones me llevaran en el sentido contrario.
La miré a los ojos luego de guardar mi cartera por unos momentos, asegurándome de que no la volvería a perder. No pude evitar que el brillo de su mirada me dejara un poco estupefacto por unos momentos, pero pronto reaccioné y busqué obtener unas respuestas para mí... despues de todo, esa mujer tan exótica y atractiva parecía ser bastante considerada conmigo y seguramente no le molestaría demasiado si buscaba conocerla un poco mas. Despues de todo, ya se habia tomado la molestia de seguirme y darme mi cartera, asi que al menos podría saber a quién tendría que agradecer por eso si me otorgaba el honor de saber su nombre. -Pues ya sabes mi nombre y qué es lo que estoy haciendo aqui. ¿Podría saber yo el tuyo?... No todos los dias se está en un callejón en medio de la noche con alguien que en vez de delatarlo a uno prefiere ser cómplice y guardar el secreto. Sería un necio si no me interesara...- Le dije buscando demostrar confianza e interés por ella, lo cual era realmente honesto, pero pretendía que lo supiera por medio de mis palabras. Ademas, por supuesto, para un hombre joven como yo, con tantos deseos y sentimientos dando vueltas, estar frente a la presencia de una mujer que desprendia semejante sensualidad, no era poca cosa. Mientras mas la miraba, mayor era la sensacion de calidez que recorría el interior de mi pecho. ¿Eso era lo que las personas llamaban excitación?... si era así, era algo realmente maravilloso.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Todo sobre él quedo al descubierto, su inocencia intacta me hizo acelerar. Su cuerpo y el mío se habían estremecido pude mirarlo pude sentirlo a unos centímetros lejos de mi. Pude darme cuenta de cómo le necesitaba, de acercarme de tocarle, sus palabras se tornaron lejanas en mi cabeza, y para ser sincera lo único que le presataba atención era al movimiento de sus labios. ¿Pero cómo demonios podía sentir aquel deseo? Era extraño, no podía evitar imágenes en mi mente sobre él, sobre su piel la suavidad, sus manos sus labios recorriendo caminos los cuales ardían por sentirlo. Mi corazón latía con fuerza con tanta presión, jamás un hombre me había intimidado del tal forma, o causado tanto deseo son solo mirarle, con solo rosar sus manos por accidente.
Sin darme cuenta los centímetros se habían acortado y estaba tan cerca de él que podía escuchar su respiración, sentir su aliento tan cerca que pude llegar hasta su oído.- Raven….- Murmure mi nombre con tanta seguridad y sensualidad en mi voz. Cargada de ganas de ir mas allá con él, no me importaba si estuviera en contra de las reglas, yo quería ser parte de su aventura de todo aquello que quería experimentas antes de su intervención. Por un momento desee que escapara, que no se quedara en la ciudad, aunque sabía que eso implicaba ser enemigos, pero no me importaba, no podía permitir que perdiera esa esencia esa vibra que me había temblar, que jamás lo lograría si estuviese curado. No aguantaba, si no lo hacia él lo haría yo y lo empuje con suavidad contra la pared del callejón como si fuera un lobo atacando a su presa.
Se veía indefenso mientras lo rodeaba. Mientras le veía ahí inmóvil, atónico por mi reacción tan impulsiva, pero tenía la sensación que el también deseaba lo mismo que yo. Rose sus labios con los suyos, torturándome a mi misma por las sensaciones que me provocaba tener a ese extraño cerca, era un desconocido y aun así estaba a punto de besarlo, pero mis labios se fueron directamente a su cuello, besándolo incitándolo a lo prohibido. El silencio nos recorrio ahogando las ganas, el deseo se iba incrementando y yo simplemente probaba su piel para matar la tentación que estaba apunto de consumirme. Si debia de ir al infierno, con gusto estaba dispuesta a pagar el precio.
Sin darme cuenta los centímetros se habían acortado y estaba tan cerca de él que podía escuchar su respiración, sentir su aliento tan cerca que pude llegar hasta su oído.- Raven….- Murmure mi nombre con tanta seguridad y sensualidad en mi voz. Cargada de ganas de ir mas allá con él, no me importaba si estuviera en contra de las reglas, yo quería ser parte de su aventura de todo aquello que quería experimentas antes de su intervención. Por un momento desee que escapara, que no se quedara en la ciudad, aunque sabía que eso implicaba ser enemigos, pero no me importaba, no podía permitir que perdiera esa esencia esa vibra que me había temblar, que jamás lo lograría si estuviese curado. No aguantaba, si no lo hacia él lo haría yo y lo empuje con suavidad contra la pared del callejón como si fuera un lobo atacando a su presa.
Se veía indefenso mientras lo rodeaba. Mientras le veía ahí inmóvil, atónico por mi reacción tan impulsiva, pero tenía la sensación que el también deseaba lo mismo que yo. Rose sus labios con los suyos, torturándome a mi misma por las sensaciones que me provocaba tener a ese extraño cerca, era un desconocido y aun así estaba a punto de besarlo, pero mis labios se fueron directamente a su cuello, besándolo incitándolo a lo prohibido. El silencio nos recorrio ahogando las ganas, el deseo se iba incrementando y yo simplemente probaba su piel para matar la tentación que estaba apunto de consumirme. Si debia de ir al infierno, con gusto estaba dispuesta a pagar el precio.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
De a poco noté que se acercaba a mí, nuestros cuerpos separados por una distancia cada vez menor, que encendía una llama en el interior de mi pecho a modo tal que, para cuando la tuve justo en frente mío, mi piel ya parecía arder. Tragué saliva y la miré intentando controlar mi nerviosismo lo mejor que pude, lo cual era bastante complicado porque su atractivo fisico era increiblemente potente en mí, como si me estuviera hechizando con sus encantos. Pronto pude sentir su aroma, y quedé embriagado por un perfume de mujer que jamas habia podido sentir con mi olfato en el pasado... todo sobre ella era una explosion para los sentidos, era como si el universo desapareciera cuando su figura se presentaba ante mis ojos y nada mas cobrara sentido. Jamas hubiera imaginado ser capaz de sentir algo como eso, pero lo estaba disfrutando en demasía, aunque tratara de no demostrarlo con mis expresiones faciales.
Escuché su nombre, Raven, ser pronunciado con una sensual y femenina voz que entraba por mi sentido del oído hacia mi cerebro, generando una revolución interna debido a la potencia de la atracción que cada cosa que ella hacía generaba en mí. Jamás habia escuchado nombre semejante, seguramente sería de una procedencia diferente a la mía, pero a su vez, tampoco habia visto belleza semejante, por lo cual podía encontrarle un sentido a que se llamara de esa manera... todo en ella estaba tan lleno de misterio y exhuberancia que parecía casi irreal.
Suspiré su nombre, muy por lo bajo, aunque probablemente podría haberlo escuchado. Iba a buscar alguna conversacion que terminara con el incómodo silencio que habia, como para no quedar como alguien nervioso en frente suyo, pero me tomó por sorpresa con su siguiente acción al llevarme contra la pared de aquel oscuro callejón, y no pude hacer ni decir absolutamente nada. Mis ojos se abrieron ampliamente en sorpresa, al mismo tiempo que volví a tragar saliva mirándola desconcertado. Para ese entonces podía sentir mi corazón latiendo mas rápido que nunca y mi piel, especialmente la de mi rostro, elevarse en temperatura. Esperaba que la luz de la luna fuera amable y considerada y no demostrara en mi el tono rojizo que mis mejillas debían tener seguramente... no quería que viera debilidad en mí, a pesar de que para ser honesto, ya me sentía rendido ante una diosa como ella.
Pronto comenzaron los besos, las caricias de sus labios sobre la piel de mi cuello. No tardé en suspirar, en dejar escapar mi cálida respiracion por la boca y hacia la piel de los hombros de Raven. Estaba seguro de que ella podría notar el cambio de mi respiracion, ahora mucho mas acelerada que antes, como algo favorable que demostraba que lo que ella hacía yo lo estaba disfrutando. Por unos momentos permanecí de ese modo, dejando que ella tomara una primera probada de mi piel, y disfrutando de lo que jamas habia disfrutado, ser objeto de deseo de alguien. Mis manos lentamente comenzaron a moverse, yo ni me daba cuenta de lo que estaba haciendo. De pronto sujeté su cintura con firmeza, y sin pensarlo ni planearlo, la llevé hacia mí, juntando mi abdomen con el suyo al mismo tiempo que con suavidad le brindaba caricias en su baja espalda por encima de la ropa. -Raven... yo...- Intentaba hablar, pero nada coherente escapaba de mis labios, estaba tan excitado que no podía decir nada. -Te... deseo...- Pude concluir entre suspiros y en una muestra de valentía... Jamas habia sido capaz de confesar nada a una mujer, mucho menos semejante declaración, pero en este caso no podía ocultarlo, mi cuerpo ya habia dejado toda evidencia posible al descubierto, tan solo faltaba que dijera lo que era evidente, y así lo hice.
Escuché su nombre, Raven, ser pronunciado con una sensual y femenina voz que entraba por mi sentido del oído hacia mi cerebro, generando una revolución interna debido a la potencia de la atracción que cada cosa que ella hacía generaba en mí. Jamás habia escuchado nombre semejante, seguramente sería de una procedencia diferente a la mía, pero a su vez, tampoco habia visto belleza semejante, por lo cual podía encontrarle un sentido a que se llamara de esa manera... todo en ella estaba tan lleno de misterio y exhuberancia que parecía casi irreal.
Suspiré su nombre, muy por lo bajo, aunque probablemente podría haberlo escuchado. Iba a buscar alguna conversacion que terminara con el incómodo silencio que habia, como para no quedar como alguien nervioso en frente suyo, pero me tomó por sorpresa con su siguiente acción al llevarme contra la pared de aquel oscuro callejón, y no pude hacer ni decir absolutamente nada. Mis ojos se abrieron ampliamente en sorpresa, al mismo tiempo que volví a tragar saliva mirándola desconcertado. Para ese entonces podía sentir mi corazón latiendo mas rápido que nunca y mi piel, especialmente la de mi rostro, elevarse en temperatura. Esperaba que la luz de la luna fuera amable y considerada y no demostrara en mi el tono rojizo que mis mejillas debían tener seguramente... no quería que viera debilidad en mí, a pesar de que para ser honesto, ya me sentía rendido ante una diosa como ella.
Pronto comenzaron los besos, las caricias de sus labios sobre la piel de mi cuello. No tardé en suspirar, en dejar escapar mi cálida respiracion por la boca y hacia la piel de los hombros de Raven. Estaba seguro de que ella podría notar el cambio de mi respiracion, ahora mucho mas acelerada que antes, como algo favorable que demostraba que lo que ella hacía yo lo estaba disfrutando. Por unos momentos permanecí de ese modo, dejando que ella tomara una primera probada de mi piel, y disfrutando de lo que jamas habia disfrutado, ser objeto de deseo de alguien. Mis manos lentamente comenzaron a moverse, yo ni me daba cuenta de lo que estaba haciendo. De pronto sujeté su cintura con firmeza, y sin pensarlo ni planearlo, la llevé hacia mí, juntando mi abdomen con el suyo al mismo tiempo que con suavidad le brindaba caricias en su baja espalda por encima de la ropa. -Raven... yo...- Intentaba hablar, pero nada coherente escapaba de mis labios, estaba tan excitado que no podía decir nada. -Te... deseo...- Pude concluir entre suspiros y en una muestra de valentía... Jamas habia sido capaz de confesar nada a una mujer, mucho menos semejante declaración, pero en este caso no podía ocultarlo, mi cuerpo ya habia dejado toda evidencia posible al descubierto, tan solo faltaba que dijera lo que era evidente, y así lo hice.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Pude escuchar su respiración agitada, tan agitada como la mía en esos momentos. No me podía controlar, me estaba matando con su actitud. Tan inocente tan inconsciente de lo que hacía o sentía. Todo eso era nuevo para mí y me estaba enloqueciendo el deseo se incremento cuando escuche mi nombre de sus labios y mejor aun, me deseaba. Su voz se quebró después y no pude contenerme, sentir su cuerpo, sus manos recorriendo el mío fue algo que no pude resistir. Lleve mis labios a su boca, y me acerque despacio haciendo un recorrido desde su cuello hasta sus labios, en donde me detuve y deposite un tierno y suave beso, para comenzar. Llegue a dudar si mi padre había hecho un buen trabajo, si realmente había desaparecido de mi esa parte la cual todos temían, y muchos ansiaban. Yo estaba ahí enfrente de ese extraño el cual me hacia flaquear, hacia perder en mi esta parte dominante. Quería probarle, pero tenía miedo de hacerlo, me aterraba pensar que podría llegar a sentir algo con sus besos, con sus caricias. Detuve mis labios en los suyos sin abrirlos, sin probarlos aun sin entrar en su boca y saborearle frenéticamente.
- ¿Quién eres?....ya sabía su nombre pero no sabía quién era realmente, que era….no creía en su humanidad, no creía. Había logrado llenar parte del vacío que sentía siempre, ese espacio se estaba comportando me estaba yo comportando de una manera extraña, ¿Qué era? ¿Quién era ese hombre?, lleve mi mano hasta su brazos y acaricie su cuerpo por arriba de la ropa, llegue hasta donde terminaba su camisa y me refugie dentro de ella aplacando el frio que mi cuerpo estaba recorriendo en esos momentos. Necesitaba sentir su calor a toda costa, no podía estar lejos ni un segundo porque sentía que me iba congelar, era como si dependiera de una fuerza muy grade y él me estaba atrayendo hacia él, como la abeja a la miel. No era una mujer afectiva no lo había hecho desde que mi vida cambio, pero tenía la necesidad de hacerlo con él, quería hacerlo aunque no supiera cómo.
No iba negar que estuviera entrando en una crisis, una pelea interna con mi conciencia y sentimientos que según yo no existían. Mire a Aiden, esos ojos oscuros que eran penetrantes e inocentes a la vez, era un hombre joven pero su cuerpo no parecía el de un niño y no me hacía sentir como tal. Me torture solo un rato, ha decir verdad a ambos, mirándonos deseándonos, porque yo le deseaba de una manera sobrehumana, mirándolo ahí con esos ojos de lujuria recorriendo mi cuerpo, el sonrojo de su piel, me estaba enloqueciendo, quería ahí en ese preciso momento sentirlo, sentirlo dentro de mi quemando cada parte existente de mi piel. Mordí su labio con suavidad, empecé a saborearlo y a meter mi lengua en su boca con delicadeza, recorriendo cada centímetro, mientras mis manos recorrían ya su piel por debajo de su ropa, quería sentirlo quería probarlo no dejar ninguna parte de su piel sin descubrir, mi cuerpo temblaba mi respiración se agitaba, parecía como si fuera la primera vez, la primera vez para ambos. Y no iba negarlo era la primera vez que me sentía de esa forma. Y no podía evitar tener esa duda, sentirme temerosa de lo que fuera pasar después.
- ¿Quién eres?....ya sabía su nombre pero no sabía quién era realmente, que era….no creía en su humanidad, no creía. Había logrado llenar parte del vacío que sentía siempre, ese espacio se estaba comportando me estaba yo comportando de una manera extraña, ¿Qué era? ¿Quién era ese hombre?, lleve mi mano hasta su brazos y acaricie su cuerpo por arriba de la ropa, llegue hasta donde terminaba su camisa y me refugie dentro de ella aplacando el frio que mi cuerpo estaba recorriendo en esos momentos. Necesitaba sentir su calor a toda costa, no podía estar lejos ni un segundo porque sentía que me iba congelar, era como si dependiera de una fuerza muy grade y él me estaba atrayendo hacia él, como la abeja a la miel. No era una mujer afectiva no lo había hecho desde que mi vida cambio, pero tenía la necesidad de hacerlo con él, quería hacerlo aunque no supiera cómo.
No iba negar que estuviera entrando en una crisis, una pelea interna con mi conciencia y sentimientos que según yo no existían. Mire a Aiden, esos ojos oscuros que eran penetrantes e inocentes a la vez, era un hombre joven pero su cuerpo no parecía el de un niño y no me hacía sentir como tal. Me torture solo un rato, ha decir verdad a ambos, mirándonos deseándonos, porque yo le deseaba de una manera sobrehumana, mirándolo ahí con esos ojos de lujuria recorriendo mi cuerpo, el sonrojo de su piel, me estaba enloqueciendo, quería ahí en ese preciso momento sentirlo, sentirlo dentro de mi quemando cada parte existente de mi piel. Mordí su labio con suavidad, empecé a saborearlo y a meter mi lengua en su boca con delicadeza, recorriendo cada centímetro, mientras mis manos recorrían ya su piel por debajo de su ropa, quería sentirlo quería probarlo no dejar ninguna parte de su piel sin descubrir, mi cuerpo temblaba mi respiración se agitaba, parecía como si fuera la primera vez, la primera vez para ambos. Y no iba negarlo era la primera vez que me sentía de esa forma. Y no podía evitar tener esa duda, sentirme temerosa de lo que fuera pasar después.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Nuestros labios hicieron un primer contacto en un momento que pareció durar una eternidad en la cual con gusto permanecería, se sentía como el paraíso dentro de mi ser, con olas de calor recorriendo todo mi cuerpo desde el centro hacia cada una de mis extremidades. Lo que esa mujer habia despertado en mi era algo que jamas habia sido capaz de experimentar anteriormente, era exactamente lo que tanto habia deseado poder sentir, lo que no quería perderme antes de ser intervenido para mi curación pronta a llegar. En ese momento me sentí mas vivo que nunca, todos mis sentidos se revolucionaban y generaban una excitación imposible de llegar a describir... ahora comprendía por qué tantas personas decidían escapar para evitar ser curados, estas sensaciones eran increibles.
Mis ojos se fijaron en los de Raven, quien para ese entonces me habia formulado una pregunta que demostraba su estado de conflicto interno. Habia notado, desde el momento en el cual la habia visto, que ella se trataba de una persona curada... pero sus actitudes me revelaban otro tipo de cosas, no era el comportamiento que estaba acostumbrado a relacionar a las personas que habian sido intervenidas. No pude evitar sonreir, su manera de actuar, sus reacciones, sus expresiones ahora mucho mas humanas... me dieron una esperanza, una pista de que quizas, aunque fuera una oportunidad de una en un millón, ella podría llegar a sentir algo tambien. Despues de todo, ella no dejaba de ser una persona con sentimientos, quizas aun habia una chispa de amor en su interior esperando poder volver a encender una intensa llama de pasión.
Pronto nos unió un beso apasionado. Su lengua se abrió paso dentro de mi boca, para ser inmediatamente correspondida por la mía, en lo que era mi primer beso de ese estilo. Me dejé llevar por el momento, buscando su lengua con la mia y disfrutando de sus caricias por debajo de mi camisa, sintiendo como sus suaves manos recorrian la piel de mi abdomen y mis pectorales. Para ese entonces, tan solo podía sentirme en un mundo ajeno, ese frío callejon era el sitio mas cálido en el cual habia estado durante toda mi vida... Raven podía transformar cualquier entorno en el mejor con tan solo pararse en frente mío, así lo sentía yo. Mis manos, posadas en su espalda baja con suavidad, comenzaron a moverse lentamente para sentirla mejor, para poder reconocer sus perfectas curvas, capaces de llevar a cualquier hombre a la locura.
De a poco empecé a subir con mi tacto por los lados de su cuerpo, acariciando su cintura en mi camino ascendente, llegando a la altura de sus voluptuosos y bien desarrollados pechos. Alcanzada esa parte de su maravilloso cuerpo, decidí tomar el atrevimiento de explorar con una de mis manos, por lo cual comencé a masajear con mi mano derecha el pecho que tenía en frente. Se sentía suave y a la vez firme... y ni que hablar de lo mucho que me estaba excitando todo eso.
Corté el beso por un momento, sintiendo como mi cuerpo llamaba a que la tocara, que la recorriera. La miré a los ojos y con mi mano izquierda la sujeté con suavidad por la barbilla para que fijara su mirada en la mía. -¿Cómo es posible que me hagas sentir tantas cosas?... Esto no puede ser normal... es demasiado intenso y hasta adictivo...- Confesé mientras bajaba mi mano izquierda hacia una de sus manos y la colocaba por debajo de mi ropa justo sobre mi pecho para que sintiera la velocidad con la cual latía mi corazón. -Quizas ya estes curada, pero yo confío en que tambien sientes algo asi... lo veo en tus ojos.- Dije mientras la observaba con todo el deseo que un ser humano podría llegar a expresar por otro, y acto seguido volví a besarla, esta vez en la piel de su cuello, al mismo tiempo que mis manos bajaban a sus caderas y la sujetaban con firmeza.
Mis ojos se fijaron en los de Raven, quien para ese entonces me habia formulado una pregunta que demostraba su estado de conflicto interno. Habia notado, desde el momento en el cual la habia visto, que ella se trataba de una persona curada... pero sus actitudes me revelaban otro tipo de cosas, no era el comportamiento que estaba acostumbrado a relacionar a las personas que habian sido intervenidas. No pude evitar sonreir, su manera de actuar, sus reacciones, sus expresiones ahora mucho mas humanas... me dieron una esperanza, una pista de que quizas, aunque fuera una oportunidad de una en un millón, ella podría llegar a sentir algo tambien. Despues de todo, ella no dejaba de ser una persona con sentimientos, quizas aun habia una chispa de amor en su interior esperando poder volver a encender una intensa llama de pasión.
Pronto nos unió un beso apasionado. Su lengua se abrió paso dentro de mi boca, para ser inmediatamente correspondida por la mía, en lo que era mi primer beso de ese estilo. Me dejé llevar por el momento, buscando su lengua con la mia y disfrutando de sus caricias por debajo de mi camisa, sintiendo como sus suaves manos recorrian la piel de mi abdomen y mis pectorales. Para ese entonces, tan solo podía sentirme en un mundo ajeno, ese frío callejon era el sitio mas cálido en el cual habia estado durante toda mi vida... Raven podía transformar cualquier entorno en el mejor con tan solo pararse en frente mío, así lo sentía yo. Mis manos, posadas en su espalda baja con suavidad, comenzaron a moverse lentamente para sentirla mejor, para poder reconocer sus perfectas curvas, capaces de llevar a cualquier hombre a la locura.
De a poco empecé a subir con mi tacto por los lados de su cuerpo, acariciando su cintura en mi camino ascendente, llegando a la altura de sus voluptuosos y bien desarrollados pechos. Alcanzada esa parte de su maravilloso cuerpo, decidí tomar el atrevimiento de explorar con una de mis manos, por lo cual comencé a masajear con mi mano derecha el pecho que tenía en frente. Se sentía suave y a la vez firme... y ni que hablar de lo mucho que me estaba excitando todo eso.
Corté el beso por un momento, sintiendo como mi cuerpo llamaba a que la tocara, que la recorriera. La miré a los ojos y con mi mano izquierda la sujeté con suavidad por la barbilla para que fijara su mirada en la mía. -¿Cómo es posible que me hagas sentir tantas cosas?... Esto no puede ser normal... es demasiado intenso y hasta adictivo...- Confesé mientras bajaba mi mano izquierda hacia una de sus manos y la colocaba por debajo de mi ropa justo sobre mi pecho para que sintiera la velocidad con la cual latía mi corazón. -Quizas ya estes curada, pero yo confío en que tambien sientes algo asi... lo veo en tus ojos.- Dije mientras la observaba con todo el deseo que un ser humano podría llegar a expresar por otro, y acto seguido volví a besarla, esta vez en la piel de su cuello, al mismo tiempo que mis manos bajaban a sus caderas y la sujetaban con firmeza.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Escuche sus palabras no estaba segura que era pero si sentía algo en esos momentos por él, y lo quería solo para mí. No podía imaginar a ese extraño con alguien más que no fuera yo. Me aferre a sus brazos, a su cuerpo a sus labios, y no tenía intención de dejarle, no en ese momento. Enrede mi pierna a su cadera con el fin de sentir su excitación, de acerca mi cuerpo al suyo y que sintiera de igual manera lo mucho que lo deseaba, que mi cuerpo temblaba por ser suya. No pude evitar mirarle cuando tomo el control de mí, me acariciaba me tocaba como un hombre que tomaba lo que era suyo, y en ese momento lo era, era solo de él, tenia poder sobre mí, y ningún hombre había logrado dominarme hasta esos momentos, estaba encantada por él, me había hipnotizado, y no me arrepentía, de nada de lo que estaba haciendo.
Parecía que me conociera de siempre, que supiera que parte de mi cuerpo se excitaba más al contacto de sus manos, pero todo se prendía con un simple rose de su piel, pase la mano por su entrepierna para sentirlo, le rose con la mano por encima del pantalón palpando, estaba tan excitado como yo y eso me hacia excitarme mas, no pude evitar mover mis manos hasta su camisa, e irla desabrochando poco a poco mientras mi labios se despejaban de los suyos y para besar su cuello, su pecho, sentir el sabor de su piel, dejando pequeñas huellas de mis labios imborrables en su piel. – No digas mas…..solo hazme tuya – Le dije era la única vez que hablaría, era la única vez que escucharía palabras, mas los gemidos se hacían presentes conforme me tocaba, su piel me quemaba me hacia vibrar. Había logrado llegar hasta su pantalón, no había necesidad de quitarle la ropa no en ese lugar. Le desabroche los pantalones, sabía que la precio de su entrepierna no podría mas permanecer prisionero entre la tela, y yo no pretendía dejarle ahí, tenía la necesidad de que estuviera dentro de mí lo quería, lo deseaba, no lo soportaba mi cuerpo me pedía a gritos parte de su cuerpo.
Metí la mano en su pantalón y lo empecé acariciar mientras mis labios se aferraban a los suyos evitando los gemidos que empezarían a salir de sus labios, mi mano se movía con delicadeza con gentileza incitándole aun más de lo que ya estaba mientras que yo estaba totalmente excitada húmeda , deseosa de él. Con la otra mano acariciaba su cuerpo, su espalda acariciándolo con gentileza recorriendo lo que no había sido recorrido nunca por nadie más. Aiden era un hombre joven, deseoso de experimentar demasiadas cosas y yo estaba dispuesta a cumplir cada una de sus fantasías en el lugar que fuera no me importaba, la adrenalina me recorría todo el cuerpo, mi boca se estaba comiendo la suya saboreando ese dulzor de su lengua.
Parecía que me conociera de siempre, que supiera que parte de mi cuerpo se excitaba más al contacto de sus manos, pero todo se prendía con un simple rose de su piel, pase la mano por su entrepierna para sentirlo, le rose con la mano por encima del pantalón palpando, estaba tan excitado como yo y eso me hacia excitarme mas, no pude evitar mover mis manos hasta su camisa, e irla desabrochando poco a poco mientras mi labios se despejaban de los suyos y para besar su cuello, su pecho, sentir el sabor de su piel, dejando pequeñas huellas de mis labios imborrables en su piel. – No digas mas…..solo hazme tuya – Le dije era la única vez que hablaría, era la única vez que escucharía palabras, mas los gemidos se hacían presentes conforme me tocaba, su piel me quemaba me hacia vibrar. Había logrado llegar hasta su pantalón, no había necesidad de quitarle la ropa no en ese lugar. Le desabroche los pantalones, sabía que la precio de su entrepierna no podría mas permanecer prisionero entre la tela, y yo no pretendía dejarle ahí, tenía la necesidad de que estuviera dentro de mí lo quería, lo deseaba, no lo soportaba mi cuerpo me pedía a gritos parte de su cuerpo.
Metí la mano en su pantalón y lo empecé acariciar mientras mis labios se aferraban a los suyos evitando los gemidos que empezarían a salir de sus labios, mi mano se movía con delicadeza con gentileza incitándole aun más de lo que ya estaba mientras que yo estaba totalmente excitada húmeda , deseosa de él. Con la otra mano acariciaba su cuerpo, su espalda acariciándolo con gentileza recorriendo lo que no había sido recorrido nunca por nadie más. Aiden era un hombre joven, deseoso de experimentar demasiadas cosas y yo estaba dispuesta a cumplir cada una de sus fantasías en el lugar que fuera no me importaba, la adrenalina me recorría todo el cuerpo, mi boca se estaba comiendo la suya saboreando ese dulzor de su lengua.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Senti todo mi cuerpo encenderse, como si me estuviera prendiendo fuego por dentro, al escuchar sus palabras pidiendo que la hiciera mía. No iba a dudarlo ni por un segundo, por lo cual simplemente la miré fijo a los ojos, demostrando determinación y deseo, y continué sujetandola entre mis manos contra mi cuerpo para que no pudiera alejarse de mí. Estaba seguro de que ella podía notar todas las cosas que sentía y que mi rostro dejaba claras ante la vista, a pesar de que intentaba no demostrarme demasiado expresivo para no dar señales de debilidad. De cualquier forma, yo era un hombre joven, sediento de pasion y experiencias nuevas, y aun no habia sido curado... si ella quería alguna vez apreciar muestras de lo que los incurados aun poseían, esta era sin dudas la mejor oportunidad que tendría.
Mi respiración era cada vez mas fuerte y profunda, resultando en suspiros de excitacion cada vez mas notables. Sin embargo, eso pareció ser nada a comparación con como reaccioné al tacto de su mano dentro de mis pantalones y justo sobre la piel de mi sexo. Por primera vez sentí el tacto de una mujer, y se sentía mejor de lo que podría haber imaginado. Mientras ella acariciaba mi miembro, endurecido hasta el punto máximo posible y ya con un tamaño importante, yo intentaba contenerme para no arrancarle la ropa en ese mismo momento y buscar penetrarla ahi contra la pared como si fuera un animal en celo que solo buscaba entrar en el cuerpo de su compañera.
La bese, nuevamente nuestras bocas se unieron y nuestras lenguas empezaron esa danza apasionada de lujuria desenfrenada, mientras sus manos seguian generandome sensaciones de placer en toda la extension de mi hombría. Por mi lado, mis manos empezaron a buscar su cuerpo, deseosas de explorar tanto o mas que lo que ella ya habia explorado en mí. Primero me aleje unos momentos de sus perfectos labios para mirarla con deseo y que ella notara que la estaba mirando claramente con toda la lujuria que un joven hombre podía tener en su interior, y luego me dispuse a despojarla de la vestimenta que le quedaba de la cintura para arriba. Ya de por si habia venido con poca ropa, pero ahora no le quedaría nada.
Una vez que sus pechos estuvieron al descubierto, demostrando un tamaño muy generoso y una forma por demas atractiva, incliné mi torso hacia adelante y posé mis labios en su clavícula, para de a poco empezar a descender con besos por su pecho hasta llegar a la altura de sus senos. Una vez ahi, los sujeté con ambas manos firmemente y empecé a besarlos como si se trataran de lo que mas deseaba en la tierra. Lentamente fui depositando humedos y cálidos besos por el contorno de los mismos, asegurandome que ni un centimetro de piel quedara sin ser recorrida. Dí mayor atención a sus sensibles pezones, los cuales pude notar que ya se encontraban duros ante mi presencia, demostrando que en ella tambien habia un grado notable de excitacion. Si bien yo no era experto en el tema, ya que era mi primera vez con una mujer, decidí experimentar en su cuerpo y dejar que mis instintos me llevaran a complacerla. Con los labios di suaves besos sobre esos pequeños y deliciosos pezones, aprovechando para lamerlos con la punta de la lengua, y luego jugué un poco en ellos con mis dientes, presionandolos con mucha suavidad y tirando hacia mi levemente mientras hacia contacto visual con ella. Quería captar todas sus reacciones, ver que cosas les gustaban mas que otras para asi saber de que manera podría complacerla mas.
De a poco, mientras lamía, besaba y succionaba con suavidad de sus pechos, una de mis manos se aventuró hacia abajo, descendiendo en una caricia por el abdomen de Raven, hasta llegar a su cintura. Una vez ahi, me dispuse a desabrochar su parte inferior de la vestimenta que llevaba puesta, esperando lograr que las prendas cayeran entre sus tobillos al suelo y asi poder tener su cuerpo desnudo completamente ante mi alcance.
Mi respiración era cada vez mas fuerte y profunda, resultando en suspiros de excitacion cada vez mas notables. Sin embargo, eso pareció ser nada a comparación con como reaccioné al tacto de su mano dentro de mis pantalones y justo sobre la piel de mi sexo. Por primera vez sentí el tacto de una mujer, y se sentía mejor de lo que podría haber imaginado. Mientras ella acariciaba mi miembro, endurecido hasta el punto máximo posible y ya con un tamaño importante, yo intentaba contenerme para no arrancarle la ropa en ese mismo momento y buscar penetrarla ahi contra la pared como si fuera un animal en celo que solo buscaba entrar en el cuerpo de su compañera.
La bese, nuevamente nuestras bocas se unieron y nuestras lenguas empezaron esa danza apasionada de lujuria desenfrenada, mientras sus manos seguian generandome sensaciones de placer en toda la extension de mi hombría. Por mi lado, mis manos empezaron a buscar su cuerpo, deseosas de explorar tanto o mas que lo que ella ya habia explorado en mí. Primero me aleje unos momentos de sus perfectos labios para mirarla con deseo y que ella notara que la estaba mirando claramente con toda la lujuria que un joven hombre podía tener en su interior, y luego me dispuse a despojarla de la vestimenta que le quedaba de la cintura para arriba. Ya de por si habia venido con poca ropa, pero ahora no le quedaría nada.
Una vez que sus pechos estuvieron al descubierto, demostrando un tamaño muy generoso y una forma por demas atractiva, incliné mi torso hacia adelante y posé mis labios en su clavícula, para de a poco empezar a descender con besos por su pecho hasta llegar a la altura de sus senos. Una vez ahi, los sujeté con ambas manos firmemente y empecé a besarlos como si se trataran de lo que mas deseaba en la tierra. Lentamente fui depositando humedos y cálidos besos por el contorno de los mismos, asegurandome que ni un centimetro de piel quedara sin ser recorrida. Dí mayor atención a sus sensibles pezones, los cuales pude notar que ya se encontraban duros ante mi presencia, demostrando que en ella tambien habia un grado notable de excitacion. Si bien yo no era experto en el tema, ya que era mi primera vez con una mujer, decidí experimentar en su cuerpo y dejar que mis instintos me llevaran a complacerla. Con los labios di suaves besos sobre esos pequeños y deliciosos pezones, aprovechando para lamerlos con la punta de la lengua, y luego jugué un poco en ellos con mis dientes, presionandolos con mucha suavidad y tirando hacia mi levemente mientras hacia contacto visual con ella. Quería captar todas sus reacciones, ver que cosas les gustaban mas que otras para asi saber de que manera podría complacerla mas.
De a poco, mientras lamía, besaba y succionaba con suavidad de sus pechos, una de mis manos se aventuró hacia abajo, descendiendo en una caricia por el abdomen de Raven, hasta llegar a su cintura. Una vez ahi, me dispuse a desabrochar su parte inferior de la vestimenta que llevaba puesta, esperando lograr que las prendas cayeran entre sus tobillos al suelo y asi poder tener su cuerpo desnudo completamente ante mi alcance.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Me deje llevar por su pasión por su inocencia, un joven experimentando cada parte de mí, al mismo tiempo que yo hacía lo mismo. Era fascinante como se expresaba como sus sentimientos estaban a flor de piel. Por primera vez en mi vida o el tiempo que había estado curada, quise poder demostrar mis sentimientos, quise poder decirle con una mirada como me sentía, y podía asegurar, que me abría enamorado de él justo en el momento que mis ojos hubieran topado con los suyos. Me arrepentí de las sensaciones que había tomado en el pasado, pero jamás pensé que fuera encontrar a alguien como ese joven. No tenía yo la capacidad de amar, y él podía amar, sentí envidia, a la vez pena por mi y por él, jamás podría amarle, y eso me tenia inquieta, inquieta por que deseaba hacerlo. La simple necesidad de hacerlo me había hecho pensar en muchas cosas, en algo en mi que no estaba bien, no podía llegar a pensar en esas cosas, no yo.
Nuestra respiración estaba agitada y podía escuchar el jadeo que provocaba mis caricias en él no me iba a detener quería hacerlo sentir en el cielo, quería que me deseara como nadie, quería que las huellas de mis besos de mi piel quedaran grabadas en las suyas, que ninguna mujer le hiciera sentir de tal manera, lo quería solo para mi, y no estaba dispuesta a compartir aquel extraño que había encontrado. Me volví egoísta en ese momento, no podía dejar algo que me hacía sentir también, ese hombre que me volvía loca cada vez que me tocaba, que me hacía dudar de mi misma y de mis sentimientos, sentimientos que crei que estaban borrados de mi existencia. ¿Qué había hecho mi padre? ¿Acaso había hecho mal su trabajo? ¿Acaso era tan fuerte ese sentimiento que era imposible destruirlo?
Escucharlo jadear, gemir me prendía más, y mi mano se movía con más rapidez acariciando su miembro. Gozar, eso era lo único que quería, era un hombre que se notaba que jamás había estado con una mujer, increíble, pues era sumamente atractivo. No podía creer que yo debía ser la primera en hacerle mío, en tocar su alma de una caricia. Podía ver su rostro disfrutarlo, excitado a tal grado que sus ojos se entre cerraban y mordía sus labios. Podía ver en sus ojos la lujuria la excitación, estaba vuelto loco y eso me prendía aun mas, quería enloquecerlo, quería que llegara el grado que me tomara con un loco, sin piedad, que me destrozara. Pero sus besos me hicieron calmar, ahogar los gemidos en su boca, en sus labios que me llenaban mientras sus manos me recorrían despojándome de toda mi ropa.
Me encontraba totalmente desnuda ante él, mientras mordisqueaba mis pechos como un niño pequeño en busca de alimento. No pude evitar gemir mientras hundía mis manos en su cabello, dejando que el hiciera conmigo lo que quisiera, era su esclava, era toda suya y tenia oportunidad de hacer lo que a nadie le había permitido, poseerme. Siempre había sido yo la mujer que tomaba el control de todo, pero estaba vez yo era una indefensa, una mujer débil ante él, me tenia dominada, a su control total y eso me encantaba. No podía evitar verlo mientras lo hacía, mordisqueando mis pechos sin piedad, mientras mis pezones se endurecían como una roca por la excitación, gemía, no podía evitarlo dejar salir de mis labios leves jadeos, mientras mis piernas temblaban. La noche estaba oscura, y nuestros jadeos se ahogaban en el callejón. Nadie pasaría a esas horas al menos no en ese lugar, y si así fuera al escucharnos no dudarían en darse la vuelta y seguir su camino. No tenía temor de nada de que nos vieran.
Seguía lamiéndome, desnudándome por completo haciéndome gozar como nadie lo había hecho. No era las caricias, no era la forma. Era él totalmente diferente a todos. Le tome del rostro y lo bese apasionadamente mientras lo hacía que se pegara a la pared. Bese su cuello y baje a su pecho mientras miraba sus ojos. Quería que me viera recorrer su cuerpo, quería que viera como iba bajando de sus labios, a su pecho, a su vientre pasando la lengua por su piel, saboreándola lamiéndola. Me vare en su ombligo y lo recorrí, mientras bajaba su pantalón completamente. Me detuve en su entrepierna, mientras metía la mano y sacaba su miembro, lo mire un momento quería ver su rostro excitado, sorprendido deseo de que hiciera lo que iba hacer. Le lamí la punta del miembro y lo fui metiendo a mi boca lentamente, y empecé a succionar mientras le miraba a los ojos, con mis manos empecé a frotarle de arriba abajo, podía sentir la dureza de su miembro en mi boca casi latir de la excitación, yo estaba totalmente excitada, y quería llegar amas quería hacer todo con él en ese preciso momento.
Nuestra respiración estaba agitada y podía escuchar el jadeo que provocaba mis caricias en él no me iba a detener quería hacerlo sentir en el cielo, quería que me deseara como nadie, quería que las huellas de mis besos de mi piel quedaran grabadas en las suyas, que ninguna mujer le hiciera sentir de tal manera, lo quería solo para mi, y no estaba dispuesta a compartir aquel extraño que había encontrado. Me volví egoísta en ese momento, no podía dejar algo que me hacía sentir también, ese hombre que me volvía loca cada vez que me tocaba, que me hacía dudar de mi misma y de mis sentimientos, sentimientos que crei que estaban borrados de mi existencia. ¿Qué había hecho mi padre? ¿Acaso había hecho mal su trabajo? ¿Acaso era tan fuerte ese sentimiento que era imposible destruirlo?
Escucharlo jadear, gemir me prendía más, y mi mano se movía con más rapidez acariciando su miembro. Gozar, eso era lo único que quería, era un hombre que se notaba que jamás había estado con una mujer, increíble, pues era sumamente atractivo. No podía creer que yo debía ser la primera en hacerle mío, en tocar su alma de una caricia. Podía ver su rostro disfrutarlo, excitado a tal grado que sus ojos se entre cerraban y mordía sus labios. Podía ver en sus ojos la lujuria la excitación, estaba vuelto loco y eso me prendía aun mas, quería enloquecerlo, quería que llegara el grado que me tomara con un loco, sin piedad, que me destrozara. Pero sus besos me hicieron calmar, ahogar los gemidos en su boca, en sus labios que me llenaban mientras sus manos me recorrían despojándome de toda mi ropa.
Me encontraba totalmente desnuda ante él, mientras mordisqueaba mis pechos como un niño pequeño en busca de alimento. No pude evitar gemir mientras hundía mis manos en su cabello, dejando que el hiciera conmigo lo que quisiera, era su esclava, era toda suya y tenia oportunidad de hacer lo que a nadie le había permitido, poseerme. Siempre había sido yo la mujer que tomaba el control de todo, pero estaba vez yo era una indefensa, una mujer débil ante él, me tenia dominada, a su control total y eso me encantaba. No podía evitar verlo mientras lo hacía, mordisqueando mis pechos sin piedad, mientras mis pezones se endurecían como una roca por la excitación, gemía, no podía evitarlo dejar salir de mis labios leves jadeos, mientras mis piernas temblaban. La noche estaba oscura, y nuestros jadeos se ahogaban en el callejón. Nadie pasaría a esas horas al menos no en ese lugar, y si así fuera al escucharnos no dudarían en darse la vuelta y seguir su camino. No tenía temor de nada de que nos vieran.
Seguía lamiéndome, desnudándome por completo haciéndome gozar como nadie lo había hecho. No era las caricias, no era la forma. Era él totalmente diferente a todos. Le tome del rostro y lo bese apasionadamente mientras lo hacía que se pegara a la pared. Bese su cuello y baje a su pecho mientras miraba sus ojos. Quería que me viera recorrer su cuerpo, quería que viera como iba bajando de sus labios, a su pecho, a su vientre pasando la lengua por su piel, saboreándola lamiéndola. Me vare en su ombligo y lo recorrí, mientras bajaba su pantalón completamente. Me detuve en su entrepierna, mientras metía la mano y sacaba su miembro, lo mire un momento quería ver su rostro excitado, sorprendido deseo de que hiciera lo que iba hacer. Le lamí la punta del miembro y lo fui metiendo a mi boca lentamente, y empecé a succionar mientras le miraba a los ojos, con mis manos empecé a frotarle de arriba abajo, podía sentir la dureza de su miembro en mi boca casi latir de la excitación, yo estaba totalmente excitada, y quería llegar amas quería hacer todo con él en ese preciso momento.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Durante el tiempo que me dediqué a explorar el cuerpo de Raven por primera vez, usando mis manos y mis labios para estimular sus perfectos y generosos pechos, pude notar su respiración agitada, sus gemidos cada vez mas fuertes, y sus suspiros de excitación de manera incesante mientras yo reconocia cada centimetro de su piel. La visión de su hermoso rostro expresando placer era la imagen mas hermosa que habia podido ver en toda mi vida, pasara lo que pasara, me hicieran lo que me hicieran, sabía que esa imagen no se borraría jamas y que la guardaría por siempre en mi corazón y mi mente. Ser capaz de darle a esa mujer tan perfecta un momento de tanta satisfacción era para mi un orgullo y todo un honor, podría permanecer asi por siempre, volviéndola loca de placer con tal de verla disfrutar de mis caricias y besos por todo su cuerpo.
Todo esto era nuevo para mi, estar con una mujer, sentir la excitacion incomparable de este momento, y poder comprender lo vivo que uno se sentía en momentos como el actual... era sin dudas la noche mas intensa de mi existencia, y esa mujer de cabellos oscuros y misteriosa presencia era la reina de ese universo que me rodeaba, en el cual solamente existia el placer. Ese callejón oscuro se habia convertido en mi paraíso y ella en mi fuente de bienestar y plenitud... jamas hubiera imaginado que una persona podría ser capaz de hacerme sentir de esa manera, y podía sentir, entre medio de tanta excitacion y deseo sexual por Raven, felicidad... felicidad por sentirme vivo, por haberla conocido, y por saber que mi corazón latía tan rápido porque ella estaba ahi conmigo.
Pronto tuve mi espalda contra la pared y a Raven decidida a probarme, a conocerme mejor, a volverme loco de placer y excitación. Cada vez que se acercaba a mí podía sentir como si corriera electricidad por mis venas haciendo que se me erizara la piel casi de manera inmediata. Sus besos pronto recorrieron mi cuello, mi pecho, mi abdomen, y continuaron en sentido descendente hacia mi hombría. Para ese entonces, estaba experimentando la erección mas potente que jamas habia tenido en toda mi existencia hasta el momento, esa mujer simplemente me volvia completamente loco, en especial con esas miradas llenas de deseo que esos ojos tan imponentes y majestuosos me brindaban al hacer contacto visual conmigo.
Suspiré, suspiré como nunca antes habia suspirado. De mi boca escaparon algunos gemidos bajos, nunca habia sentido placer sexual y menos de alguien tan perfecta como ella, que se veía completamente segura de querer llevarme a conocer las sensaciones mas fuertes y placenteras posibles. No lo podía creer, Raven estaba ahi dandome sexo oral, utilizando sus manos y su boca para estimular mi virilidad y hacerme sentir mejor que nunca. Empecé a respirar por la boca y mis ojos comenzaron a cerrarse de a poco, estando solo abiertos por momentos cuando queria ver bien como ella me complacia de esa manera tan excitante y explícita en frente mio. No podía creer que semejante belleza estuviera ahi conmigo, en medio de un callejón oscuro, arrodillada buscando darme todo el placer posible con su perfecta boca.
-Oh Raven... esto es... increible... se siente tan bien...- Dije entre fuertes suspiros de placer mientras la miraba completamente hechizado por sus encantos y sus acciones, llevando mi mano derecha a su cabello para acariciarla mientras me continuaba practicando una felación. -Yo... yo tambien quiero hacerte sentir lo mismo... quiero dartelo todo. Quiero que tu seas quien me enseñe todo lo que nunca pude ver.- Le dije mientras seguía disfrutando de sus acciones en mi hombría, para luego bajar mi mano de su cabeza hacia su rostro en una caricia y tomarla con suavidad por debajo de la barbilla para de a poco pedirle con un leve movimiento hacia arriba que se pusiera de pié. Inmediatamente luego de eso, coloqué una de mis rodillas en el suelo, para ponerme a la altura de su pelvis con el rostro, y le pedí que pusiera uno de sus pies en uno de mis hombros... de ese modo podría tener acceso a su delicada vagina y, con algo de ayuda y guia al principio, saber como empezar a estimularla. Sabía muy bien que, si me mostraba y guiaba con sus manos a que pasara mi boca y lengua por su sexo, luego podría continuar por mi mismo experimentando en ella. -Quiero probarte entera-
Todo esto era nuevo para mi, estar con una mujer, sentir la excitacion incomparable de este momento, y poder comprender lo vivo que uno se sentía en momentos como el actual... era sin dudas la noche mas intensa de mi existencia, y esa mujer de cabellos oscuros y misteriosa presencia era la reina de ese universo que me rodeaba, en el cual solamente existia el placer. Ese callejón oscuro se habia convertido en mi paraíso y ella en mi fuente de bienestar y plenitud... jamas hubiera imaginado que una persona podría ser capaz de hacerme sentir de esa manera, y podía sentir, entre medio de tanta excitacion y deseo sexual por Raven, felicidad... felicidad por sentirme vivo, por haberla conocido, y por saber que mi corazón latía tan rápido porque ella estaba ahi conmigo.
Pronto tuve mi espalda contra la pared y a Raven decidida a probarme, a conocerme mejor, a volverme loco de placer y excitación. Cada vez que se acercaba a mí podía sentir como si corriera electricidad por mis venas haciendo que se me erizara la piel casi de manera inmediata. Sus besos pronto recorrieron mi cuello, mi pecho, mi abdomen, y continuaron en sentido descendente hacia mi hombría. Para ese entonces, estaba experimentando la erección mas potente que jamas habia tenido en toda mi existencia hasta el momento, esa mujer simplemente me volvia completamente loco, en especial con esas miradas llenas de deseo que esos ojos tan imponentes y majestuosos me brindaban al hacer contacto visual conmigo.
Suspiré, suspiré como nunca antes habia suspirado. De mi boca escaparon algunos gemidos bajos, nunca habia sentido placer sexual y menos de alguien tan perfecta como ella, que se veía completamente segura de querer llevarme a conocer las sensaciones mas fuertes y placenteras posibles. No lo podía creer, Raven estaba ahi dandome sexo oral, utilizando sus manos y su boca para estimular mi virilidad y hacerme sentir mejor que nunca. Empecé a respirar por la boca y mis ojos comenzaron a cerrarse de a poco, estando solo abiertos por momentos cuando queria ver bien como ella me complacia de esa manera tan excitante y explícita en frente mio. No podía creer que semejante belleza estuviera ahi conmigo, en medio de un callejón oscuro, arrodillada buscando darme todo el placer posible con su perfecta boca.
-Oh Raven... esto es... increible... se siente tan bien...- Dije entre fuertes suspiros de placer mientras la miraba completamente hechizado por sus encantos y sus acciones, llevando mi mano derecha a su cabello para acariciarla mientras me continuaba practicando una felación. -Yo... yo tambien quiero hacerte sentir lo mismo... quiero dartelo todo. Quiero que tu seas quien me enseñe todo lo que nunca pude ver.- Le dije mientras seguía disfrutando de sus acciones en mi hombría, para luego bajar mi mano de su cabeza hacia su rostro en una caricia y tomarla con suavidad por debajo de la barbilla para de a poco pedirle con un leve movimiento hacia arriba que se pusiera de pié. Inmediatamente luego de eso, coloqué una de mis rodillas en el suelo, para ponerme a la altura de su pelvis con el rostro, y le pedí que pusiera uno de sus pies en uno de mis hombros... de ese modo podría tener acceso a su delicada vagina y, con algo de ayuda y guia al principio, saber como empezar a estimularla. Sabía muy bien que, si me mostraba y guiaba con sus manos a que pasara mi boca y lengua por su sexo, luego podría continuar por mi mismo experimentando en ella. -Quiero probarte entera-
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
No sé que me estaba pasando con seguridad. No era de las mujeres que lo hacía con un totalmente extraño a mitad de la noche. Tenía que conocer a la persona para llegar a intimidar, más que pos seguridad por bienestar, no podía estar con cualquier hombre. Menos si no despertaba ningún deseo. Y todo había sido tan superficial, si les volvía ver bien y si no me daba totalmente igual. Sabía que podía encontrar a alguien más cuando quisiera, jamás había estado sola, y nadie había querido dejarme, pero prefería cortar alianzas antes de que la relación se volviera algo más. Por que inclusive con los curados había tenido problemas, y no tenía intenciones de casarme. Estaba consciente que la vida ahora no era lo mejor para tener una familia y una vida normal. Tener que vivir en guerra no era lo mío, a pesar de estar en medio de ella, no quería decir que estaba a favor, solo no tenía las suficientes fuerzas para vivir escapando.
Mire a Aiden, era un hombre joven que apenas empezaba a vivir. Sabía que después de esto cambiaria, y prefería mil veces que tomara el camino que yo nunca tome. Porque así era perfecto, y sabia que si Aiden se curaba ya no sería el mismo y eso era algo que no podía contener me aferre a sus caricias pensando que sería la última vez que estaríamos en ese momento. No sabía si mañana nos volveríamos a ver, y quería disfrutar ese día, como si fuera la última vez, como si mañana el mundo se fuera a caer en pedazos, porque mi mundo se estaba destrozando en esos momentos. Quería estar con él era lo único que necesitaba saber, no podía amarle jamás, eso me llenaba de angustia, por que tenia la necesidad de hacerlo, y el tenia la necesidad de sentirlo, sabía que no era para mí y jamás seria mío, era algo que debía cargar por siempre. Porque la soledad era lo que yo había escogido.
Mis ojos se enfocaron solo en él, como disfrutaba mientras lamia su miembro y disfrutaba de su ser, saboreando una y otra vez su virilidad que se encontraba hinchada de excitación, palpitante en mi boca complacido por sentir la humedad de mi boca. No podía evitar apretar la punta con mis labios con suavidad, y recorrer con mi lengua cada grieta para luego enredar mi lengua en su glande. Parecía una niña hambrienta succionando con fuerza, mientras mis manos le frotaban con desesperación. Ver su rostro de placer me hacia querer seguir, seguir probando de él, llenándome de él. Guardando en mi memoria su sabor para jamás borrarla, su mirada, su cuerpo ardiente por seguir sintiendo lo que yo le hacía, no me quería detener y sabía que él tampoco quería que yo me detuviera.
No podía sentir el frio de la noche que nos recorría, estamos desnudos en el callejón, entregando nuestras almas, aquellas que aunque nos operaran mil veces, jamás nos las podrían arrancar. No podía sentir con la cabeza, pero si podía sentir con él alma. Y dentro de mi ser podía sentir cosas por él, aunque mi conciencia no estuviera consiente de aquellos sentimientos que habían sido borrados. Era una muñeca sin vida todos estos años, pero ahora él se había convertido en esa batería que me regreso la vida. Sabía que una vez que terminaríamos, al día siguiente volvería a ese oscuro vacio. A ese vacío que Aiden estaba llenando en esos momentos, cosa que nadie había logrado hacer, nadie. De esto estuve escapando y era la más cobarde de las mujeres, querer eliminar de mi vida el dolor por que todos los curados habíamos sido unos cobardes.
Su agitación era la mia. Y mi cuerpo estaba conectado al suyo, cada suspiro cada sensación me recorría todo el cuerpo como una descarga eléctrica. Escucharlos suspirar solo me decía que hacia las cosas, bien. Estaba preocupaba por cada detalle de lo que hacía, quería hacerle sentir bien, quería darle placer en distintas formas. Inconcientemente lo queria hacer adicto a mi, que me buscara luego, que cada noche compartiera mi cama. Lo quería en mi vida, como una enfermedad, quería morir si es posible en sus manos. ¿Pero que era ese sentir?, fue cuando me di cuenta que una cosa era eliminar la amor y otra cosa era hacerlo olvidar y mi padre eso había hecho cuando le grite llorando, que queria que me hiciera olvidar el dolor, olvidar aquel sentimiento que me había desgarrado. Y ahora estaba ahí con ese hombre que me estaba haciendo, haciendo recordar algo que ya había olvidad y no quería recordar.
No quería pensar nada hasta no estar segura. Aiden era peligroso para mí. Demasiado. Lo que había causado ahora era algo muy profundo. Quizá solo estaba confundida y quería creer amarle, porque una cosa era sentirlo y otra cosa era crear una idea aferrarse. Era el hombre perfecto para mí pero me había dejado llevar por lo sexual, que iba saber si no le conocía, no habíamos hablado. No existía aquello de amor a primera vista, y era imposible, yo no podía amar. NO PODIA!!!!!. Empecé a succionar su miembro agresivamente, estaba enojada, está furiosa conmigo con él, y me volví una salvaje. Se podía ver en mi rostro los miles de sentimientos que mezclaban en mis ojos. Mientras que simplemente me dedicaba hacerle gozar. Pero entre suspiros y caricias, él me hizo detener y lo mire confundida. ¿Acaso no le gustaba?, ¿Se habría dado cuenta que estaba confundida, que estaba diferente? Lo mire con desesperación, mientras ahogue toda duda en sus labios, para luego escuchar de sus labios su voz, y el movimiento que hizo para arrodillarse enfrente de mi. Me quede sorprendida, me quede…….sin palabras.
No pude detenerlo, y subí mi pierna en su hombro, lo mire con una sonrisa en los labios, mientras bajaba mi mano hasta mi sexo. Abrí los labios de mi vagina y le mostré aquel botón rosado que estaba hinchado por la excitación, y la humedad era evidente y empecé a acariciarle mientras mordía mis labios al sentir aquella sensación placentera al tocarle, mas abaja mis manos guiaron al pequeño orificio que se encontraba rozado y demasiado húmedo, donde en algún momento entraría. Metí mi dedo hasta dentro y lo saque lleno de humedad y lo mire para que el siguiera, para que le mismo experimentara por si solo cada parte de mi feminidad. La cual estaba ardiendo por sentir sus caricias, por hacerle de su propiedad y tatuar su nombre en cada parte de mi piel. No pude evitar suspirar de solo imaginarlo, de solo imaginar que me haría la mujer más completa.
Mire a Aiden, era un hombre joven que apenas empezaba a vivir. Sabía que después de esto cambiaria, y prefería mil veces que tomara el camino que yo nunca tome. Porque así era perfecto, y sabia que si Aiden se curaba ya no sería el mismo y eso era algo que no podía contener me aferre a sus caricias pensando que sería la última vez que estaríamos en ese momento. No sabía si mañana nos volveríamos a ver, y quería disfrutar ese día, como si fuera la última vez, como si mañana el mundo se fuera a caer en pedazos, porque mi mundo se estaba destrozando en esos momentos. Quería estar con él era lo único que necesitaba saber, no podía amarle jamás, eso me llenaba de angustia, por que tenia la necesidad de hacerlo, y el tenia la necesidad de sentirlo, sabía que no era para mí y jamás seria mío, era algo que debía cargar por siempre. Porque la soledad era lo que yo había escogido.
Mis ojos se enfocaron solo en él, como disfrutaba mientras lamia su miembro y disfrutaba de su ser, saboreando una y otra vez su virilidad que se encontraba hinchada de excitación, palpitante en mi boca complacido por sentir la humedad de mi boca. No podía evitar apretar la punta con mis labios con suavidad, y recorrer con mi lengua cada grieta para luego enredar mi lengua en su glande. Parecía una niña hambrienta succionando con fuerza, mientras mis manos le frotaban con desesperación. Ver su rostro de placer me hacia querer seguir, seguir probando de él, llenándome de él. Guardando en mi memoria su sabor para jamás borrarla, su mirada, su cuerpo ardiente por seguir sintiendo lo que yo le hacía, no me quería detener y sabía que él tampoco quería que yo me detuviera.
No podía sentir el frio de la noche que nos recorría, estamos desnudos en el callejón, entregando nuestras almas, aquellas que aunque nos operaran mil veces, jamás nos las podrían arrancar. No podía sentir con la cabeza, pero si podía sentir con él alma. Y dentro de mi ser podía sentir cosas por él, aunque mi conciencia no estuviera consiente de aquellos sentimientos que habían sido borrados. Era una muñeca sin vida todos estos años, pero ahora él se había convertido en esa batería que me regreso la vida. Sabía que una vez que terminaríamos, al día siguiente volvería a ese oscuro vacio. A ese vacío que Aiden estaba llenando en esos momentos, cosa que nadie había logrado hacer, nadie. De esto estuve escapando y era la más cobarde de las mujeres, querer eliminar de mi vida el dolor por que todos los curados habíamos sido unos cobardes.
Su agitación era la mia. Y mi cuerpo estaba conectado al suyo, cada suspiro cada sensación me recorría todo el cuerpo como una descarga eléctrica. Escucharlos suspirar solo me decía que hacia las cosas, bien. Estaba preocupaba por cada detalle de lo que hacía, quería hacerle sentir bien, quería darle placer en distintas formas. Inconcientemente lo queria hacer adicto a mi, que me buscara luego, que cada noche compartiera mi cama. Lo quería en mi vida, como una enfermedad, quería morir si es posible en sus manos. ¿Pero que era ese sentir?, fue cuando me di cuenta que una cosa era eliminar la amor y otra cosa era hacerlo olvidar y mi padre eso había hecho cuando le grite llorando, que queria que me hiciera olvidar el dolor, olvidar aquel sentimiento que me había desgarrado. Y ahora estaba ahí con ese hombre que me estaba haciendo, haciendo recordar algo que ya había olvidad y no quería recordar.
No quería pensar nada hasta no estar segura. Aiden era peligroso para mí. Demasiado. Lo que había causado ahora era algo muy profundo. Quizá solo estaba confundida y quería creer amarle, porque una cosa era sentirlo y otra cosa era crear una idea aferrarse. Era el hombre perfecto para mí pero me había dejado llevar por lo sexual, que iba saber si no le conocía, no habíamos hablado. No existía aquello de amor a primera vista, y era imposible, yo no podía amar. NO PODIA!!!!!. Empecé a succionar su miembro agresivamente, estaba enojada, está furiosa conmigo con él, y me volví una salvaje. Se podía ver en mi rostro los miles de sentimientos que mezclaban en mis ojos. Mientras que simplemente me dedicaba hacerle gozar. Pero entre suspiros y caricias, él me hizo detener y lo mire confundida. ¿Acaso no le gustaba?, ¿Se habría dado cuenta que estaba confundida, que estaba diferente? Lo mire con desesperación, mientras ahogue toda duda en sus labios, para luego escuchar de sus labios su voz, y el movimiento que hizo para arrodillarse enfrente de mi. Me quede sorprendida, me quede…….sin palabras.
No pude detenerlo, y subí mi pierna en su hombro, lo mire con una sonrisa en los labios, mientras bajaba mi mano hasta mi sexo. Abrí los labios de mi vagina y le mostré aquel botón rosado que estaba hinchado por la excitación, y la humedad era evidente y empecé a acariciarle mientras mordía mis labios al sentir aquella sensación placentera al tocarle, mas abaja mis manos guiaron al pequeño orificio que se encontraba rozado y demasiado húmedo, donde en algún momento entraría. Metí mi dedo hasta dentro y lo saque lleno de humedad y lo mire para que el siguiera, para que le mismo experimentara por si solo cada parte de mi feminidad. La cual estaba ardiendo por sentir sus caricias, por hacerle de su propiedad y tatuar su nombre en cada parte de mi piel. No pude evitar suspirar de solo imaginarlo, de solo imaginar que me haría la mujer más completa.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Observé con deseo como Raven abria su sexo ante mí, como me dejaba ver a escasos centimetros de mi rostro su intimidad, como se abría como la flor mas hermosa del mundo ante mis ojos, revelandome una belleza que nadie podría haber apreciado tanto como yo en un momento así. No sabía de su pasado ni de sus relaciones anteriores o actuales, no sabia nada de ella, pero habia algo que tenía por seguro y que nadie podría cuestionarme jamas... no existia hombre en esta tierra que la deseara mas que yo, y jamás lo habría tampoco porque para mi ella se habia vuelto la maravilla mas hermosa del mundo. Quería pensar que quizas, en una vuelta del destino, el futuro me viera disfrutando de su magestuosidad todos los dias... que nuestro encuentro no vería su fin definitivo tras esa noche, que Raven se quedaría en mi vida de alguna manera. La conexión que sentía con ella era mucho mas profunda de lo que podría llegar a explicar con palabras, no habia manera de describir lo que sentía por ella en ese momento.
Inmerso en una excitación casi descontrolada, seguí los movimientos que ella hizo con su dedo, para explorar en su sexo con total inocencia, pues jamas habia hecho algo semejante. Aproximé mi dedo índice de la mano derecha a su entrada y de a poco fui penetrando su delicada vagina con el mismo, abriendome paso entre los pliegues de sus paredes, notando lo mojado que se encontraba su interior debido a la excitacion que debía tener. Con gentileza y suavidad, empecé a acariciar el interior de su sexo, frotando con mi tacto su canal, especialmente la parte superior interna, moviendo el dedo hacia atras como si estuviera haciendo una seña de que me siguiera dentro suyo. Podia notar como palpitaba su cuerpo, como se estremecía toda su sexualidad ante los simples movimientos de solo uno de mis dedos... me encantaba sentir que la podía dominar de tal forma con tanta facilidad, usando tan solo una mano.
La miré a los ojos y dibujé una leve sonrisa al notar que sus expresiones eran de placer, me hacia sentir muy a gusto ver que era capaz de hacerla sentir bien a pesar de no poseer experiencia en el tema. Eso me impulsó a seguir adelante y querer darle aun mayor satisfacción, por lo cual pronto aproximé mi rostro a su vagina y separando sus labios vaginales con mi mano izquierda, para que su clitoris quedara expuesto ante mí por completo, asomé mi lengua en ese sentido. Pronto la punta de mi lengua hizo contacto con ese punto de su cuerpo que era tan sensible, la vi estremecerse ante el simple toque de mi humeda lengua, y eso me encantó. De a poco fui lamiendo su pequeño boton, primero de arriba a abajo, en un ritmo muy lento y suave que era basicamente para reconocerlo con mi sentido del gusto y poder ver como era su reacción. A medida que la punta de mi lengua jugaba en su clitoris, Raven parecía disfrutarlo mas, pero como era tan lento parecía una tortura, por lo cual decidí concentrarme en hacer le mejor trabajo posible y brindarle cuanto placer pudiera, sin el mas minimo de los pudores.
Asomé mas mi lengua, de a poco fui lamiendo el contorno de sus labios vaginales externos y hasta me animé a apretarlos con mis labios y tirar de ellos con suavidad, jugando a ver como reaccionaba a esos estímulos. Luego de eso mis lamidas se hicieron mas frecuentes y firmes, pasandose por toda la superficie escondida debajo de sus labios externos y asegurandome que estaria mas mojada por mi saliva que por sus jugos sexuales. Pronto volví a ese pequeño y delicado boton, esta vez lo estimulé mucho mas, sabia que era su punto mas sensible y por eso mismo no lo dejaría descansar. Puse la punta de mi lengua sobre el clítoris, apenas apoyandola un poco. Miré hacia Raven, para apreciar sus ojos y sus expresiones de placer, y acto seguido empecé a mover mi lengua en movimientos circulares, lamiendo con firmeza su clítoris por todo angulo posible, atacando su organo sexual con lamidas que lo rodeaban y estimulaban por su totalidad de manera constante.
No me detuve un solo segundo, lamí y lamí su clitoris como si mi vida dependiera de ello, como si mantenerme asi en ese momento fuera lo unico que me garantizara la continuidad de mi existencia. No habia nada mas importante para mi en ese momento que darle todo le placer posible, no pararía hasta que ella me lo pidiera. Mientras seguia probando su sexo y me deleitaba con el sabor de sus deliciosos jugos mientras la lamia sin darle piedad, mi dedo índice continuó sus movimientos, frotando el interior de su vagina nuevamente, para buscar asi darle el doble de placer y estimulación. Si podía hacer que sintiera ambas cosas al mismo tiempo, no me detendría.
Me encantaba, me sentía mas vivo que nunca. Estaba frente a una diosa de carne y hueso, y tenia su sexo para mi, para descubrir el camino al paraíso, para saborear del nectar mas dulce y para elevarme con el sonido de sus gemidos hacia un plano de existencia donde el placer y la excitacion eran las unicas reglas vigentes. Podía sentir como caian sus fluidos por mi mano, como me mojaba cada vez mas mientras la penetraba con un dedo y le lamia el sexo con la lengua... me excitaba tanto ser capaz de lograr ese efecto en ella que no quería para hasta llevarla a alcanzar el cielo.
Inmerso en una excitación casi descontrolada, seguí los movimientos que ella hizo con su dedo, para explorar en su sexo con total inocencia, pues jamas habia hecho algo semejante. Aproximé mi dedo índice de la mano derecha a su entrada y de a poco fui penetrando su delicada vagina con el mismo, abriendome paso entre los pliegues de sus paredes, notando lo mojado que se encontraba su interior debido a la excitacion que debía tener. Con gentileza y suavidad, empecé a acariciar el interior de su sexo, frotando con mi tacto su canal, especialmente la parte superior interna, moviendo el dedo hacia atras como si estuviera haciendo una seña de que me siguiera dentro suyo. Podia notar como palpitaba su cuerpo, como se estremecía toda su sexualidad ante los simples movimientos de solo uno de mis dedos... me encantaba sentir que la podía dominar de tal forma con tanta facilidad, usando tan solo una mano.
La miré a los ojos y dibujé una leve sonrisa al notar que sus expresiones eran de placer, me hacia sentir muy a gusto ver que era capaz de hacerla sentir bien a pesar de no poseer experiencia en el tema. Eso me impulsó a seguir adelante y querer darle aun mayor satisfacción, por lo cual pronto aproximé mi rostro a su vagina y separando sus labios vaginales con mi mano izquierda, para que su clitoris quedara expuesto ante mí por completo, asomé mi lengua en ese sentido. Pronto la punta de mi lengua hizo contacto con ese punto de su cuerpo que era tan sensible, la vi estremecerse ante el simple toque de mi humeda lengua, y eso me encantó. De a poco fui lamiendo su pequeño boton, primero de arriba a abajo, en un ritmo muy lento y suave que era basicamente para reconocerlo con mi sentido del gusto y poder ver como era su reacción. A medida que la punta de mi lengua jugaba en su clitoris, Raven parecía disfrutarlo mas, pero como era tan lento parecía una tortura, por lo cual decidí concentrarme en hacer le mejor trabajo posible y brindarle cuanto placer pudiera, sin el mas minimo de los pudores.
Asomé mas mi lengua, de a poco fui lamiendo el contorno de sus labios vaginales externos y hasta me animé a apretarlos con mis labios y tirar de ellos con suavidad, jugando a ver como reaccionaba a esos estímulos. Luego de eso mis lamidas se hicieron mas frecuentes y firmes, pasandose por toda la superficie escondida debajo de sus labios externos y asegurandome que estaria mas mojada por mi saliva que por sus jugos sexuales. Pronto volví a ese pequeño y delicado boton, esta vez lo estimulé mucho mas, sabia que era su punto mas sensible y por eso mismo no lo dejaría descansar. Puse la punta de mi lengua sobre el clítoris, apenas apoyandola un poco. Miré hacia Raven, para apreciar sus ojos y sus expresiones de placer, y acto seguido empecé a mover mi lengua en movimientos circulares, lamiendo con firmeza su clítoris por todo angulo posible, atacando su organo sexual con lamidas que lo rodeaban y estimulaban por su totalidad de manera constante.
No me detuve un solo segundo, lamí y lamí su clitoris como si mi vida dependiera de ello, como si mantenerme asi en ese momento fuera lo unico que me garantizara la continuidad de mi existencia. No habia nada mas importante para mi en ese momento que darle todo le placer posible, no pararía hasta que ella me lo pidiera. Mientras seguia probando su sexo y me deleitaba con el sabor de sus deliciosos jugos mientras la lamia sin darle piedad, mi dedo índice continuó sus movimientos, frotando el interior de su vagina nuevamente, para buscar asi darle el doble de placer y estimulación. Si podía hacer que sintiera ambas cosas al mismo tiempo, no me detendría.
Me encantaba, me sentía mas vivo que nunca. Estaba frente a una diosa de carne y hueso, y tenia su sexo para mi, para descubrir el camino al paraíso, para saborear del nectar mas dulce y para elevarme con el sonido de sus gemidos hacia un plano de existencia donde el placer y la excitacion eran las unicas reglas vigentes. Podía sentir como caian sus fluidos por mi mano, como me mojaba cada vez mas mientras la penetraba con un dedo y le lamia el sexo con la lengua... me excitaba tanto ser capaz de lograr ese efecto en ella que no quería para hasta llevarla a alcanzar el cielo.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Sus caricias y su forma de tocarme me estaban haciendo enloquecer. No podía negar que hubía estado con otros hombres, intentado sellar ese vacío que había quedado en mí. No me había importado nada, no tenía nada que cuidar, pues la dignidad que tenia se había perdido hace mucho tiempo. El amor no existía en mi vida, ningún sentimiento que rodeara esa sensación de entrega. Según yo todo se había eliminado de mi ser, de mis pensamientos. Pero Aiden había causado algo en mi en esos momentos, algo que para muchos resultaba imposible. No sabía si era bueno o malo, no quería pensar más en esos momentos solo que disfrutar ese capítulo de mi vida que estaba lleno de pasión y gloria. No pude evitar mirarlo mientras me lamia desesperadamente probando cada espacio de mi como yo lo había hecho con él, estaba extasiada, ningún hombre me había hecho sentir de esa manera, nadie, lo cual hacia que me aferrar mas a Aiden, a esa personalidad inocente que me estaba atrapando.
Ambos estábamos excitados ahogándonos de placer en ese mar de caricias y sensaciones que eran nuevas tanto para él como para mí. No era los mismo no podía comparar esto con otras cosas que había hecho, era imposible compararlas, cada caricia de él era un camino a la purificación, era un camino al cielo, y estaba dejando atrás mis pecados, y mis malos actos y el era el, dios, mi dios que me curaba de todo. Me sentía así conforme enredaba mis dedos en su cabello, acariciándole moviéndole. Todo mi interior palpitaba mi sexo, mi cuerpo. Estaba sumamente excitada y no aguantaba, estaba a punto de perder la cabeza entre sus caricias, sus lamidas. Mis piernas temblaban y en mi pecho el corazón se me salía. Era un gemido tras otro, y venían seguidos de unos deliciosos orgasmos, era imposible tan rápido había logrado aquello, tan joven tan inexperto.
Mi rostro estaba completamente sudoroso, mis labios rojos por las mordidas creadas por mi misma, al mirarlo hacer lo que hacía con tanta pasión con tanta dedicación. Nadie se había preocupado por mi excitación, solo esperando que yo fuera las que les diera placer, y él se estaba preocupando por cada detalle, era imposible porque lo hacía, porque un extraño estaba siendo asi, por una mujer como yo que en ese instante podría haberlo acabado destrozado, al tomar el papel de una reguladora. Pero no estaba teniendo sexo con él…..¿Realmente era sexo?, yo sentía algo mas, mas no me atrevía a decirlo ni a pensarlo, esto no era solo sexo, eran nuestras almas encontrándose. ¿Pero cómo podía pensar tal cosa? ¿Cómo podía ser capaz de sentir? ¿Acaso era una segunda oportunidad?... no estaba segura de lo que pasaba conmigo, no sabía bien lo que sentía en esos momentos por Aiden. Estaba confundida, estaba demente. ¿Qué demonios me había hecho?
Me deje llevar por la forma en la que su lengua se enroscaba en mi sexo y como introducía sus dedos sin piedad, no pude evitar dejar salir de mis labios un gemido mayor, casi un alarido. Parecía una salvaje, somos si estuviera posesionada. Mi cuerpo ardia de pasión, se quemaba al sentirlo cerca no aguantaba mas no sorporaba esa senciaon que sentía que iba explotar, no quería pero a la vez quería, lo deseaba desesperadamente, quería sentirlo, su calor su cuerpo, y no solo esa vez lo quería sentir siempre. Era increíble lo bien que movía su lengua, que recorría cada pliego de mi feminidad, disfrutando como si fuera una especie de mangar, y yo temblando como una niña muerta de frio, no sentía frio alguno, solo era esa sensación eléctrica que me recorría todo el cuerpo. Estaba toda hinchada y podía sentir el palpitar en toda esa área, que fluía la sangre por la excitación.
Lo hacía también como un joven experto. Pero podía notar que no era así, simplemente era un niño pequeño experimentando probando, y lo hacía muy bien. Había despertado cosas en mi que creí habían muerto. Esta viva, viva para sentirlo, para hacerme llenar cada vacio que tenía en mi interior, sanarme lentamente. Solo en el momento que estaba por perder la cabeza lo hice detener, le tome de las manos y levante su rostro hasta quedar frente mío. No pude evitarlo mirarlo, besarlo con……ternura saboreando sus labios, recorriendo sus brazos, su cuerpo. Sentir que estaba ahí y no era un espejismo de mis pensamientos, un recuerdo de otra vida. Lo bese diferente a la primera vez, pues habíamos llegado hasta ahí y sentía que nos conocíamos desde hace mucho, lo mire a los ojos deteniéndome, jadeando con el cuerpo hecho una furia por la pasión, podía sentir su sexo acarciando el mio, insitandonos a seguir con esta danza salvaje y de pasión. – Aiden……- murmure su nombre, necesitaba hacerlo, mirar que me escuchaba, tocarlo para saber que era real. Lo bese nuevamente, abrazandolo sintiendo cada parte de su piel al contacto con él mio, lo queria sentir muy dentro de mi. Que me hicera suya, solo suya.
Ambos estábamos excitados ahogándonos de placer en ese mar de caricias y sensaciones que eran nuevas tanto para él como para mí. No era los mismo no podía comparar esto con otras cosas que había hecho, era imposible compararlas, cada caricia de él era un camino a la purificación, era un camino al cielo, y estaba dejando atrás mis pecados, y mis malos actos y el era el, dios, mi dios que me curaba de todo. Me sentía así conforme enredaba mis dedos en su cabello, acariciándole moviéndole. Todo mi interior palpitaba mi sexo, mi cuerpo. Estaba sumamente excitada y no aguantaba, estaba a punto de perder la cabeza entre sus caricias, sus lamidas. Mis piernas temblaban y en mi pecho el corazón se me salía. Era un gemido tras otro, y venían seguidos de unos deliciosos orgasmos, era imposible tan rápido había logrado aquello, tan joven tan inexperto.
Mi rostro estaba completamente sudoroso, mis labios rojos por las mordidas creadas por mi misma, al mirarlo hacer lo que hacía con tanta pasión con tanta dedicación. Nadie se había preocupado por mi excitación, solo esperando que yo fuera las que les diera placer, y él se estaba preocupando por cada detalle, era imposible porque lo hacía, porque un extraño estaba siendo asi, por una mujer como yo que en ese instante podría haberlo acabado destrozado, al tomar el papel de una reguladora. Pero no estaba teniendo sexo con él…..¿Realmente era sexo?, yo sentía algo mas, mas no me atrevía a decirlo ni a pensarlo, esto no era solo sexo, eran nuestras almas encontrándose. ¿Pero cómo podía pensar tal cosa? ¿Cómo podía ser capaz de sentir? ¿Acaso era una segunda oportunidad?... no estaba segura de lo que pasaba conmigo, no sabía bien lo que sentía en esos momentos por Aiden. Estaba confundida, estaba demente. ¿Qué demonios me había hecho?
Me deje llevar por la forma en la que su lengua se enroscaba en mi sexo y como introducía sus dedos sin piedad, no pude evitar dejar salir de mis labios un gemido mayor, casi un alarido. Parecía una salvaje, somos si estuviera posesionada. Mi cuerpo ardia de pasión, se quemaba al sentirlo cerca no aguantaba mas no sorporaba esa senciaon que sentía que iba explotar, no quería pero a la vez quería, lo deseaba desesperadamente, quería sentirlo, su calor su cuerpo, y no solo esa vez lo quería sentir siempre. Era increíble lo bien que movía su lengua, que recorría cada pliego de mi feminidad, disfrutando como si fuera una especie de mangar, y yo temblando como una niña muerta de frio, no sentía frio alguno, solo era esa sensación eléctrica que me recorría todo el cuerpo. Estaba toda hinchada y podía sentir el palpitar en toda esa área, que fluía la sangre por la excitación.
Lo hacía también como un joven experto. Pero podía notar que no era así, simplemente era un niño pequeño experimentando probando, y lo hacía muy bien. Había despertado cosas en mi que creí habían muerto. Esta viva, viva para sentirlo, para hacerme llenar cada vacio que tenía en mi interior, sanarme lentamente. Solo en el momento que estaba por perder la cabeza lo hice detener, le tome de las manos y levante su rostro hasta quedar frente mío. No pude evitarlo mirarlo, besarlo con……ternura saboreando sus labios, recorriendo sus brazos, su cuerpo. Sentir que estaba ahí y no era un espejismo de mis pensamientos, un recuerdo de otra vida. Lo bese diferente a la primera vez, pues habíamos llegado hasta ahí y sentía que nos conocíamos desde hace mucho, lo mire a los ojos deteniéndome, jadeando con el cuerpo hecho una furia por la pasión, podía sentir su sexo acarciando el mio, insitandonos a seguir con esta danza salvaje y de pasión. – Aiden……- murmure su nombre, necesitaba hacerlo, mirar que me escuchaba, tocarlo para saber que era real. Lo bese nuevamente, abrazandolo sintiendo cada parte de su piel al contacto con él mio, lo queria sentir muy dentro de mi. Que me hicera suya, solo suya.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Me puse de pié ante los movimientos de sus manos indicando que volviera a estar a su altura. Su hermoso rostro una vez mas ante mí, sabía como encantarme de una manera que me impedia siquiera mirar hacia otro lado, era lo mas hermoso que habia visto en la vida y no quería dejar de observarla, queria dejar grabada su imagen en mi mente por siempre, que nunca se fuera de mi alcance su perfección. Sus labios eran de un rojo apasionado, sus ojos celestiales, su cabello, haciendo honor a su nombre, de un negro oscuro irresistible, que hacia como marco perfecto a su rostro suave y estilizado que demostraba una armonia de facciones impecable, todo en ella era simplemente incomparable.
La miré fijamente, siempre suspirando por la excitacion que no parecía que se iría de mi cuerpo nunca ante la presencia de ella, y por unos momentos me perdí en sus ojos. Noté que ella tambien estaba como yo, que su cuerpo tambien se estremecía y que su respiracion tambien era agitada. ¿Era posible que siendo curada estuviera tambien experimentando lo que yo experimentaba?. Yo sabía que los curados no podían amar a nadie, pero yo sabía muy bien lo que estaba sintiendo en ese momento frente a ella y no era solo deseo sexual... me sentia unido, sentia que la quería, sentia.... amor. Sus reacciones eran como las mias, lo podia notar a simple vista, y eso me daba la pauta de que quizas, en alguna posibilidad remota, ella tambien sentia lo mismo... o al menos eso era lo que deseaba con todo mi corazón. Raven... me estaba enamorando de ella... por primera vez en mi vida, mi corazón tenía dueña.
Mi nombre escapó de sus labios, los cuales pronto se unieron a los mios. Mis ojos se abrieron ampliamente en sorpresa, al notar no solo que ella pensaba en mi de una manera afectiva, sino tambien por la muestra clara que su beso, mucho mas afectivo que antes, me dejaba como una evidencia irrefutable de que contaba con sus sentimientos, en la medida que fuera. En ese momento sentí una ola de calor inmensa recorrer todo mi pecho, mi corazón se revolucionaba, latiendo mas rápido que nunca, algo que ella seguramente podría notar dada la cercania de nuestros cuerpos desnudos, el uno contra el otro en una abrazo íntimo que nos dejaba compartir un calor humano muy reconfortante.
Mis manos pronto comenzaron su recorrido por la piel de Raven, deseosas de recorrer esas curvas mortales que atraian a mi tacto como por arte de magnetismo. No podía quitarle las manos de encima, todo en ella me volvia loco y la deseaba cada vez mas y mas. Mientras nos unía un beso apasionado y lleno de emociones, mis caricias bajaron por su espalda, yendo todo el camino hacia su perfecto trasero, el cual no tardé en sujetar con ambas manos firmemente para poder disfrutar del tacto de sus nalgas firmes y duras. La acaricié, la toqué, y no me detuve en reiterados manoseos que me excitaban cada vez mas. Al tener su cuerpo presionado contra el mio, mi erección, potente y de un tamaño generoso, se presionaba contra el abdomen de Raven, prisionera entre nuestros cuerpos. Sabía que ella debía estar muy al tanto de como mi hombria estaba apretada contra su cuerpo, y que eso debía tambien sumar a su excitación, pero al mismo tiempo tenía en cuenta de que querría sentirla de otra manera, al igual que yo quería que lo hiciera.
Buscando una voluntad casi imposible para romper el beso, alejé mis labios de los suyos, para mirarla entre suspiros de cerca y subir mi mano izquierda hacia su rostro, acariciandolo con cariño y deseo a la vez una de sus mejillas. -Raven... quiero que seas mia...- Dije mientras la llevaba contra la pared y luego la besaba una vez mas, profundamente. No pude evitar mis impulsos, la tenía que hacer mía ahi mismo, tenía que ser yo el hombre que esa misma noche entrara en su cuerpo a llenarse de vida, a dar un paso en el paraíso donde el mundo se convertia en placer y satisfacción. Con mi brazo derecho pasé por debajo de la rodilla de su pierna izquierda, y lo mismo hice con el otro brazo, en la rodilla opuesta de Raven. De este modo, la tenía sujeta, levantada con mis brazos, con su espalda apoyada en la pared y las piernas abiertas frente a mi. -Voy a entrar...- Dije separando mis labios de los suyos, mirandola a los ojos con nerviosismo, pues jamas habia hecho algo asi y me daba miedo equivocarme o no hacerlo bien.
Bajé la mirada un segundo, acto inconciente de un joven nervioso ante su primera vez, y luego me fije en nuestros sexos. Yo estaba completamente erecto, duro y grande como nunca antes en la vida, y ella estaba toda mojada y lista para ser penetrada, no podía salir nada mal. Tomé una fuerte inspiración con la boca y, manteniendo la respiración unos momentos, empujé mis caderas hacia adelante, haciendo que el glande de mi pene fuera de a poco abriendose paso por los labios vaginales de Raven hasta de a poco hacer su ingreso en su canal, estrechando las paredes internas a medida que se iba introduciendo en ella.
-Ohhh Raven...- Dije en un suspiro, dejando salir todo el aire acumulado en mis pulmones en forma de un suspiro mezclado con un gemido, al mismo tiempo que un placer indescriptible se apoderaba de mis sentidos. Mis movimientos siguieron, de a poco fui entrando cada vez mas y mas, y podia sentir como su vagina apretaba firmemente todo el grosor de mi hombria a medida que la iba penetrando cada vez con mayor profundidad. Sin dudas entendía ahora por qué a las personas les gustaba tanto el sexo, esto era realmente el placer fisico mas grande posible. Podía sentir el calor de su interior, podía sentir la humedad de su sexo, y podía sentir el paraíso de su ser... todo en ella era fantástico.
Una vez que estuve del todo dentro de su cuerpo, pegué mi pecho contra el suyo, manteniendola prisionera contra la pared, y empecé a moverme para atras y luego para adelante con mi cintura, haciendo asi que mi pene se pasara por su estrecho sexo una y otra vez, generando un placer para ambos que escapaba lo humanamente posible. Mis suspiros fueron cada vez mas y mas fuertes, no podia creer lo bien que me sentía con ella... recien la habia conocido, todo habia sido muy rápido, pero las cosas que se habian despertado en mi no eran menores, tenian gran importancia, ella tenía que estar conmigo... esa y todas las noches, mi alma estaría completamente abandonada y desolada si Raven se apartaba de mi lado.
La miré fijamente, siempre suspirando por la excitacion que no parecía que se iría de mi cuerpo nunca ante la presencia de ella, y por unos momentos me perdí en sus ojos. Noté que ella tambien estaba como yo, que su cuerpo tambien se estremecía y que su respiracion tambien era agitada. ¿Era posible que siendo curada estuviera tambien experimentando lo que yo experimentaba?. Yo sabía que los curados no podían amar a nadie, pero yo sabía muy bien lo que estaba sintiendo en ese momento frente a ella y no era solo deseo sexual... me sentia unido, sentia que la quería, sentia.... amor. Sus reacciones eran como las mias, lo podia notar a simple vista, y eso me daba la pauta de que quizas, en alguna posibilidad remota, ella tambien sentia lo mismo... o al menos eso era lo que deseaba con todo mi corazón. Raven... me estaba enamorando de ella... por primera vez en mi vida, mi corazón tenía dueña.
Mi nombre escapó de sus labios, los cuales pronto se unieron a los mios. Mis ojos se abrieron ampliamente en sorpresa, al notar no solo que ella pensaba en mi de una manera afectiva, sino tambien por la muestra clara que su beso, mucho mas afectivo que antes, me dejaba como una evidencia irrefutable de que contaba con sus sentimientos, en la medida que fuera. En ese momento sentí una ola de calor inmensa recorrer todo mi pecho, mi corazón se revolucionaba, latiendo mas rápido que nunca, algo que ella seguramente podría notar dada la cercania de nuestros cuerpos desnudos, el uno contra el otro en una abrazo íntimo que nos dejaba compartir un calor humano muy reconfortante.
Mis manos pronto comenzaron su recorrido por la piel de Raven, deseosas de recorrer esas curvas mortales que atraian a mi tacto como por arte de magnetismo. No podía quitarle las manos de encima, todo en ella me volvia loco y la deseaba cada vez mas y mas. Mientras nos unía un beso apasionado y lleno de emociones, mis caricias bajaron por su espalda, yendo todo el camino hacia su perfecto trasero, el cual no tardé en sujetar con ambas manos firmemente para poder disfrutar del tacto de sus nalgas firmes y duras. La acaricié, la toqué, y no me detuve en reiterados manoseos que me excitaban cada vez mas. Al tener su cuerpo presionado contra el mio, mi erección, potente y de un tamaño generoso, se presionaba contra el abdomen de Raven, prisionera entre nuestros cuerpos. Sabía que ella debía estar muy al tanto de como mi hombria estaba apretada contra su cuerpo, y que eso debía tambien sumar a su excitación, pero al mismo tiempo tenía en cuenta de que querría sentirla de otra manera, al igual que yo quería que lo hiciera.
Buscando una voluntad casi imposible para romper el beso, alejé mis labios de los suyos, para mirarla entre suspiros de cerca y subir mi mano izquierda hacia su rostro, acariciandolo con cariño y deseo a la vez una de sus mejillas. -Raven... quiero que seas mia...- Dije mientras la llevaba contra la pared y luego la besaba una vez mas, profundamente. No pude evitar mis impulsos, la tenía que hacer mía ahi mismo, tenía que ser yo el hombre que esa misma noche entrara en su cuerpo a llenarse de vida, a dar un paso en el paraíso donde el mundo se convertia en placer y satisfacción. Con mi brazo derecho pasé por debajo de la rodilla de su pierna izquierda, y lo mismo hice con el otro brazo, en la rodilla opuesta de Raven. De este modo, la tenía sujeta, levantada con mis brazos, con su espalda apoyada en la pared y las piernas abiertas frente a mi. -Voy a entrar...- Dije separando mis labios de los suyos, mirandola a los ojos con nerviosismo, pues jamas habia hecho algo asi y me daba miedo equivocarme o no hacerlo bien.
Bajé la mirada un segundo, acto inconciente de un joven nervioso ante su primera vez, y luego me fije en nuestros sexos. Yo estaba completamente erecto, duro y grande como nunca antes en la vida, y ella estaba toda mojada y lista para ser penetrada, no podía salir nada mal. Tomé una fuerte inspiración con la boca y, manteniendo la respiración unos momentos, empujé mis caderas hacia adelante, haciendo que el glande de mi pene fuera de a poco abriendose paso por los labios vaginales de Raven hasta de a poco hacer su ingreso en su canal, estrechando las paredes internas a medida que se iba introduciendo en ella.
-Ohhh Raven...- Dije en un suspiro, dejando salir todo el aire acumulado en mis pulmones en forma de un suspiro mezclado con un gemido, al mismo tiempo que un placer indescriptible se apoderaba de mis sentidos. Mis movimientos siguieron, de a poco fui entrando cada vez mas y mas, y podia sentir como su vagina apretaba firmemente todo el grosor de mi hombria a medida que la iba penetrando cada vez con mayor profundidad. Sin dudas entendía ahora por qué a las personas les gustaba tanto el sexo, esto era realmente el placer fisico mas grande posible. Podía sentir el calor de su interior, podía sentir la humedad de su sexo, y podía sentir el paraíso de su ser... todo en ella era fantástico.
Una vez que estuve del todo dentro de su cuerpo, pegué mi pecho contra el suyo, manteniendola prisionera contra la pared, y empecé a moverme para atras y luego para adelante con mi cintura, haciendo asi que mi pene se pasara por su estrecho sexo una y otra vez, generando un placer para ambos que escapaba lo humanamente posible. Mis suspiros fueron cada vez mas y mas fuertes, no podia creer lo bien que me sentía con ella... recien la habia conocido, todo habia sido muy rápido, pero las cosas que se habian despertado en mi no eran menores, tenian gran importancia, ella tenía que estar conmigo... esa y todas las noches, mi alma estaría completamente abandonada y desolada si Raven se apartaba de mi lado.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Nuestros labios se habían separado. Lo mire casi con desesperación al robarme el aliento que necesitaba para vivir. Pude mostrar un rostro de molestia al interrumpirme en mi intento de descubrir más allá de sus labios, de su boca, de su sabor dulzón. Lo mire mientras podía notar el sudor de su rostro y esa mirada de dulzura con tal pasión con tanto deseo que me hacia vibrar, la caricia de su mano a pesar de ser tierna y sensible me éxito, me excitaba su manera tan respetuosa de tocarme, tan dulce y romántico cosa que para mi antes hubiera sido otra cosa. Escuchar su voz me sedujo mas, solo escuchar que me deseaba prendió mas mi cuerpo que temblaba que quedaba rendido ante él. El frio de la pared se poso en mi espalda mientras me arrancaba con suspiros besos apasionados, llenos de lujuria, de deseo. Estaba segura que me haría suya en esos momentos, que él lo deseaba como yo lo deseaba podía verle en sus ojos, y me hacía sentir mujer, una mujer completa. Era inevitable pensar en las cosas que haríamos, no solo pensaba en esa noche si no en muchas más y en las cosas que podríamos lograr hacer en tan poco tiempo.
Ya me había puesto en una posición en la cual yo sabía muy bien sus intenciones, mis piernas estaban colgando de sus brazos, y estaba muy abierta y húmeda, mirando como estaba dejando me lista para poseerme. Solo cuando dijo casi en murmullo que iba entrar mis piernas temblaron y tuve una sensación extraña que me recorrió, pude ver su rostro lleno de duda de nerviosismo pero el deseo fue más poderoso, las ganas que tenia de entrar, combinado de mis ganas, de mis deseos. Lo mire con calma, mientras con los ojos le decía que todo iba estar bien. Que confiaba en él y quería que lo hiciera, habían cosas que ya no se decían con simples palabras, que los hechos que las caricias podían hablar por si solas, acaricie sus brazos que me sostenían con firmeza sin intención de dejarme caer.
Mire como inspeccionaba ese momento, su rostro rojo solo causo en mi más deseo. Esa inocencia combinada de lujuria era algo exótico algo que me enloquecía. Tenía ganas de que me desgarrara la piel y me poseyera como un animal salvaje loco por llegar al límite, al paraíso. Podía sentir como me escurría un poco de humedad de mi vagina por las piernas de tanta excitación estaba lista para que entrara y así lo hizo lentamente metiendo la punta en mi interior. No pude describir lo que sentí, apenas lo sentí me descontrole, aferre mis manos a su espalda apenas se acerco, lo quería rápido peor él me torturo lentamente entrando dentro de mi abriendo se paso como si estudiara cada centímetro de mi, pude sentir una y otra vez la gloria de su hombría, de su calor, de su pulsante miembro atravesándome como una espalda en mi tan estrecha vagina hinchada por la excitación.
- Mmm… si…- Gemi, cuando lo sentí mas dentro cuando iba acercándose haciéndome disfrutar cada movimiento. No podía evitar moverme un poco para irle dejando entrar dentro más dentro cada vez. Sentir su miembro palpitando dentro de mi me hacia gemir, temblar, y sentir miles de sensaciones al mismo tiempo. Me estaba matando, me volvía loca, quería gritar sin control de solo sentirle, de su piel de su sabor, mientras mis labios se prendían nuevamente a los suyos para ahogar los gritos que se acumulaban en mi garganta. Nuestros cuerpos se había juntado mas y su miembro se encontraba hasta el fondo, mi espalda esta fría aprisionada entre su cuerpo y la pared de algún edificio cualquiera, nuestras respiraciones se agitaron, cada vez más al igual que nuestros latidos.
La velocidad era suave, entrando y saliendo de mí, con ese movimiento acunado arriba abajo. Al principio fue despacio, como si su miembro se estuviera acostumbrado a ese espacio tan pequeño. Conforme nuestros cuerpos se calentaban mas y mas, no podíamos evitar movernos, mis manos se aferraron a su espalda y no pude evitar enterrar mis uñas en esta, descargando las sensaciones que me hacía sentir. Era un vaivén caderas chocando, y el chasquido que se escuchaba al contacto de nuestros miembros por la humedad que había de por medio. Un sonido que sin duda era una orquesta combinada con nuestros jadeos. – Ohhh…siii…. Mas…. Ai….den….- No podía evitar pronunciar su nombre cuando entraba hasta el fondo en ese vaivén, mi pelvis chocando con la suya solo hacia la sensación más fuerte. Cada vez era más rápido y mis gemidos más intensos, estaba descontrolada. Nuestros cuerpos sudaban, danzaba por la pasión, inmersos en la oscuridad llenos de deseo, no existía nada más que nosotros en ese momento.
Ya me había puesto en una posición en la cual yo sabía muy bien sus intenciones, mis piernas estaban colgando de sus brazos, y estaba muy abierta y húmeda, mirando como estaba dejando me lista para poseerme. Solo cuando dijo casi en murmullo que iba entrar mis piernas temblaron y tuve una sensación extraña que me recorrió, pude ver su rostro lleno de duda de nerviosismo pero el deseo fue más poderoso, las ganas que tenia de entrar, combinado de mis ganas, de mis deseos. Lo mire con calma, mientras con los ojos le decía que todo iba estar bien. Que confiaba en él y quería que lo hiciera, habían cosas que ya no se decían con simples palabras, que los hechos que las caricias podían hablar por si solas, acaricie sus brazos que me sostenían con firmeza sin intención de dejarme caer.
Mire como inspeccionaba ese momento, su rostro rojo solo causo en mi más deseo. Esa inocencia combinada de lujuria era algo exótico algo que me enloquecía. Tenía ganas de que me desgarrara la piel y me poseyera como un animal salvaje loco por llegar al límite, al paraíso. Podía sentir como me escurría un poco de humedad de mi vagina por las piernas de tanta excitación estaba lista para que entrara y así lo hizo lentamente metiendo la punta en mi interior. No pude describir lo que sentí, apenas lo sentí me descontrole, aferre mis manos a su espalda apenas se acerco, lo quería rápido peor él me torturo lentamente entrando dentro de mi abriendo se paso como si estudiara cada centímetro de mi, pude sentir una y otra vez la gloria de su hombría, de su calor, de su pulsante miembro atravesándome como una espalda en mi tan estrecha vagina hinchada por la excitación.
- Mmm… si…- Gemi, cuando lo sentí mas dentro cuando iba acercándose haciéndome disfrutar cada movimiento. No podía evitar moverme un poco para irle dejando entrar dentro más dentro cada vez. Sentir su miembro palpitando dentro de mi me hacia gemir, temblar, y sentir miles de sensaciones al mismo tiempo. Me estaba matando, me volvía loca, quería gritar sin control de solo sentirle, de su piel de su sabor, mientras mis labios se prendían nuevamente a los suyos para ahogar los gritos que se acumulaban en mi garganta. Nuestros cuerpos se había juntado mas y su miembro se encontraba hasta el fondo, mi espalda esta fría aprisionada entre su cuerpo y la pared de algún edificio cualquiera, nuestras respiraciones se agitaron, cada vez más al igual que nuestros latidos.
La velocidad era suave, entrando y saliendo de mí, con ese movimiento acunado arriba abajo. Al principio fue despacio, como si su miembro se estuviera acostumbrado a ese espacio tan pequeño. Conforme nuestros cuerpos se calentaban mas y mas, no podíamos evitar movernos, mis manos se aferraron a su espalda y no pude evitar enterrar mis uñas en esta, descargando las sensaciones que me hacía sentir. Era un vaivén caderas chocando, y el chasquido que se escuchaba al contacto de nuestros miembros por la humedad que había de por medio. Un sonido que sin duda era una orquesta combinada con nuestros jadeos. – Ohhh…siii…. Mas…. Ai….den….- No podía evitar pronunciar su nombre cuando entraba hasta el fondo en ese vaivén, mi pelvis chocando con la suya solo hacia la sensación más fuerte. Cada vez era más rápido y mis gemidos más intensos, estaba descontrolada. Nuestros cuerpos sudaban, danzaba por la pasión, inmersos en la oscuridad llenos de deseo, no existía nada más que nosotros en ese momento.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Podía sentirme inmerso en un mundo alterno, un sitio donde no habia estado nunca en el pasado y de donde jamás quería irme. Raven me brindaba la mayor satisfacción que había sentido en la vida, y en cada movimiento que yo hacia dentro de ella, podía sentir que tocaba el cielo con las manos. Su cuerpo se sentía cálido y a la vez húmedo, con cada movimiento en su interior sentía como me presionaba alrededor de mi miembro de manera fuerte y posesiva, como si quisiera asegurarse de que no pudiera salir de ella. Nuestros cuerpos se chocaban en cada penetración profunda, y varios de los jugos sexuales de la hermosa mujer que tenía bajo mi poder ya comenzaban a descender por sus piernas para mojar las mias cuando entrabamos en contacto. Era todo demasiado excitante.
-Raven... yo... jamas pense... que podria... sentirme asi... Raven... Ohhhh...- Queria hablar, quería decirle que con ella yo me sentía el hombre mas fuerte del mundo y que nada parecía ser imposible si la tenía a ella conmigo. Sin embargo, era tal el placer que me estaba dominando en ese mismo momento, que los suspiros y gemidos de placer me interrumpian casi de inmediato. Estaba tan excitado que mi corazón latía como si fuera a estallar en cualquier momento, era la experiencia mas intensa que habia podido saborear y todo mi cuerpo se estremecía ante la simple vista de Raven gimiendo por mí y mencionando mi nombre en pleno goce.
Era tan bueno este momento y era tanta mi calentura por ella, que quise probar mas... quise ver cuánto podria ella gritar por mi... comprobar que era capaz de matarla de placer ahi mismo. Por eso mismo, paré un segundo y la miré a los ojos profundamente. Antes de proceder a penetrarla con todas mis fuerzas, quería que supiera que todo lo que hiciera sería para que estuviera a gusto conmigo, pues ya formaba parte de mí... ya estaba en mi corazón. -Eres la mujer mas hermosa que he visto... quiero que seas mia... toda mia.- Confesé mirándola, para luego besarla con pasión y proceder a cogerla con violencia contra la pared, en una mezcla de amor con pasion y lujuria. En todo aspecto ella me podía de punta a punta, hacia que mi cuerpo entero se dotara de una fuerza sobrehumana, impulsada por todo lo que ella generaba en mí.
No quería detenerme ya que, por mas que mis movimientos fueran violentos y castigaran su sexo con penetraciones salvajes y veloces, cada movimiento que hacia era impulsado por un amor que nacía en mi pecho por ella, que me pedía y obligaba que buscara darle todo lo que pudiera darle para hacer de su existencia la mas plena posible. Mi miembro ya estaba latiendo fuertemente, demostrando que mi placer era enorme y que el camino hacia el orgasmo ya no era tan extenso... sin embargo, no me permitiría correrme antes que ella, no saldría de su cuerpo sin antes haber sido cubierto por todos sus jugos y haberla visto llegar al climax gracias a mi.
-Raven... yo... jamas pense... que podria... sentirme asi... Raven... Ohhhh...- Queria hablar, quería decirle que con ella yo me sentía el hombre mas fuerte del mundo y que nada parecía ser imposible si la tenía a ella conmigo. Sin embargo, era tal el placer que me estaba dominando en ese mismo momento, que los suspiros y gemidos de placer me interrumpian casi de inmediato. Estaba tan excitado que mi corazón latía como si fuera a estallar en cualquier momento, era la experiencia mas intensa que habia podido saborear y todo mi cuerpo se estremecía ante la simple vista de Raven gimiendo por mí y mencionando mi nombre en pleno goce.
Era tan bueno este momento y era tanta mi calentura por ella, que quise probar mas... quise ver cuánto podria ella gritar por mi... comprobar que era capaz de matarla de placer ahi mismo. Por eso mismo, paré un segundo y la miré a los ojos profundamente. Antes de proceder a penetrarla con todas mis fuerzas, quería que supiera que todo lo que hiciera sería para que estuviera a gusto conmigo, pues ya formaba parte de mí... ya estaba en mi corazón. -Eres la mujer mas hermosa que he visto... quiero que seas mia... toda mia.- Confesé mirándola, para luego besarla con pasión y proceder a cogerla con violencia contra la pared, en una mezcla de amor con pasion y lujuria. En todo aspecto ella me podía de punta a punta, hacia que mi cuerpo entero se dotara de una fuerza sobrehumana, impulsada por todo lo que ella generaba en mí.
No quería detenerme ya que, por mas que mis movimientos fueran violentos y castigaran su sexo con penetraciones salvajes y veloces, cada movimiento que hacia era impulsado por un amor que nacía en mi pecho por ella, que me pedía y obligaba que buscara darle todo lo que pudiera darle para hacer de su existencia la mas plena posible. Mi miembro ya estaba latiendo fuertemente, demostrando que mi placer era enorme y que el camino hacia el orgasmo ya no era tan extenso... sin embargo, no me permitiría correrme antes que ella, no saldría de su cuerpo sin antes haber sido cubierto por todos sus jugos y haberla visto llegar al climax gracias a mi.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
No iba a negar que ya hubiera sentido sensaciones placenteras, pero estas no las podía comparar, cada caricia, cada roce era diferente. Mi cuerpo temblaba, mi cabeza me daba vueltas, habían sensaciones que parecían nacer, y otras recordar. Sus gemidos sus jadeos, y todo aquello que salía de su garganta, resonaban en mi cabeza, y daba vueltas una y otra vez como una película. En mi pecho se encontraba mi corazón que parecía salirse, no podía dejar de latir con agresividad, y mi respiración agitada que sonaba al unisonó al mismo tiempo que Aiden, éramos una sola persona un solo cuerpo, una sola alma, y yo, Raven la reguladora estaba a punto de desaparecer, porque aquello que yo había sido, había quedado en el pasado.
Sus palabras eran lo mejor que mis oídos podían escuchar, solo escuchar su voz mi cuerpo se estremecía. Los movimientos eran feroces, y había cambiado en tan solo unos minutos, u horas no estaba segura cuanto tiempo habíamos estado en ese lugar, y la verdad es que no me importaba, no me importaba nada que nos rodeaba solo estaba interesada en sus besos en sus caricias, en estar siendo suya en esos momentos. Me salía de control el solo sentir las embestidas de su cuerpo al mío. No tenia piedad de mí, me hacia sufrir con el simple hecho de tocarme, de dominarme como una simple muñeca, ahora me había quitado el control era él ahora el que estaba al mando, y yo simplemente estaba a sus ordenes. Era sorprendente como los papeles se habían volteado.
Me estaba matando de placer, volviéndome loca conforme se apoderaba de mi con tanta pasión, con tanta agresividad, apenas podía hablar o decir cualquier cosa. Gimoteaba cada vez que entraba con salvajismo azotando mi pared vaginal, no podía soportarlo me estaba desquiciando. No sabía qué hacer, si gritar o ahogarlo todo en besos, lo mordía, enterraba las uñas en su piel. Intentando mantener la calma pero mi espalda se arqueaba al sentir punzadas en mi vagina, no aguantaba más en cualquier momento, llegaría al clímax y sabia que no sería como los que había tenido antes, definitivamente todo esto era diferente. Lo mire a los ojos por un momento mientras el corazón me daba de galopes en el pecho, y decía esas cosas, tan tonto él, si no se daba cuenta de que ya era suya.
Sus movimientos empezaron a ser mas violentos, más de lo que ya estaban, y me estremece, hizo que mi libido subiera aun más, no pude parar de gemir y las piernas me temblaron. Tuve esa extraña sensación de querer ir al baño justo cuando empezó a penetrarme con fuerza, ahí supe estaba a punto de llegar al orgasmo, apreté un poco las piernas, contraje mi vagina resistiendo un poco esperarla hasta que él se corriera. Cuando sentí caliente dentro de mi me afloje. Casi al mismo tiempo nuestros cuerpos se descargaron, y por mis piernas corrían ambos jugos. Podía sentirlo en mi interior expandiéndose. No me preocupe de nada, ni el hecho que ninguno de los dos se había protegido sea lo que pasara no me importaba si el permanecía de mi lado. Porque en esos momentos me había dado cuenta que….
Mi cuerpo se empezó a relajar poco a poco conforme el ritmo se iba haciendo suave al descargarse todo en i interior. Me quede ahí, agitada, intentado recobrar el aliento en sus brazos. A mi mente a mi cuerpo llegaron miles de sentimiento de una sola. Había recordado cosas que había olvidado, que creía jamás iba recuperar, y no pude evitar romper en llanto, ahí mismo, sin importarme si me veía y se quebraba mi orgullo, pero aquello que había experimentado me había hecho despertar. Escondí mi cara en su pecho mientras me aferraba a él sin dejar de llorar.
Sus palabras eran lo mejor que mis oídos podían escuchar, solo escuchar su voz mi cuerpo se estremecía. Los movimientos eran feroces, y había cambiado en tan solo unos minutos, u horas no estaba segura cuanto tiempo habíamos estado en ese lugar, y la verdad es que no me importaba, no me importaba nada que nos rodeaba solo estaba interesada en sus besos en sus caricias, en estar siendo suya en esos momentos. Me salía de control el solo sentir las embestidas de su cuerpo al mío. No tenia piedad de mí, me hacia sufrir con el simple hecho de tocarme, de dominarme como una simple muñeca, ahora me había quitado el control era él ahora el que estaba al mando, y yo simplemente estaba a sus ordenes. Era sorprendente como los papeles se habían volteado.
Me estaba matando de placer, volviéndome loca conforme se apoderaba de mi con tanta pasión, con tanta agresividad, apenas podía hablar o decir cualquier cosa. Gimoteaba cada vez que entraba con salvajismo azotando mi pared vaginal, no podía soportarlo me estaba desquiciando. No sabía qué hacer, si gritar o ahogarlo todo en besos, lo mordía, enterraba las uñas en su piel. Intentando mantener la calma pero mi espalda se arqueaba al sentir punzadas en mi vagina, no aguantaba más en cualquier momento, llegaría al clímax y sabia que no sería como los que había tenido antes, definitivamente todo esto era diferente. Lo mire a los ojos por un momento mientras el corazón me daba de galopes en el pecho, y decía esas cosas, tan tonto él, si no se daba cuenta de que ya era suya.
Sus movimientos empezaron a ser mas violentos, más de lo que ya estaban, y me estremece, hizo que mi libido subiera aun más, no pude parar de gemir y las piernas me temblaron. Tuve esa extraña sensación de querer ir al baño justo cuando empezó a penetrarme con fuerza, ahí supe estaba a punto de llegar al orgasmo, apreté un poco las piernas, contraje mi vagina resistiendo un poco esperarla hasta que él se corriera. Cuando sentí caliente dentro de mi me afloje. Casi al mismo tiempo nuestros cuerpos se descargaron, y por mis piernas corrían ambos jugos. Podía sentirlo en mi interior expandiéndose. No me preocupe de nada, ni el hecho que ninguno de los dos se había protegido sea lo que pasara no me importaba si el permanecía de mi lado. Porque en esos momentos me había dado cuenta que….
Mi cuerpo se empezó a relajar poco a poco conforme el ritmo se iba haciendo suave al descargarse todo en i interior. Me quede ahí, agitada, intentado recobrar el aliento en sus brazos. A mi mente a mi cuerpo llegaron miles de sentimiento de una sola. Había recordado cosas que había olvidado, que creía jamás iba recuperar, y no pude evitar romper en llanto, ahí mismo, sin importarme si me veía y se quebraba mi orgullo, pero aquello que había experimentado me había hecho despertar. Escondí mi cara en su pecho mientras me aferraba a él sin dejar de llorar.
Raven A. Frösen- Mensajes : 95
Fecha de inscripción : 23/09/2012
Re: Noche de Luna Llena { Aiden}
Mis suspiros y gemidos empezaron a volverse mas fuertes y sonoros a medida que el placer que sentía en su interior superaba lo que podía imaginar. Ya no podia contenerme mas, ya no podia medir mi fuerza ni detener mis impulsos, tan solo podía llenarla una y otra vez de mi hombria hasta que ambos estallaramos de placer. Y asi fue lo que sucedió... el orgasmo pronto llegó para ambos, haciendo que juntos nos elevaramos hasta el mismo cielo en lo que fue el momento mas intenso de mi vida. Mis ojos se cerraron y todo pareció detenerse... podía hasta sentir mis oidos tapandose por unos momentos, como si mis sentidos no participaran mas del momento y lo unico que mi ser pudiera percibir fuera placer y éxtasis. Habia perdido la virginidad, y de la forma mas placentera y hermosa posible, junto a alguien que ya sentía dentro de mi corazón.
Salí de su cuerpo, mi miembro aun latía y, si bien de a poco se relajaba, mantenía un tamaño considerable debido a que estar tan solo ante la presencia de Raven garantizaba estar fisicamente atraido por ella. Suspiré reiteradas veces, buscando recuperar el aliento luego de algo tan fuerte como eso, y luego la busqué con la mirada, queriendo perderme en esos ojos tan bellos que habian sabido cautivarme desde la primera vez que los pude ver. Para mi sorpresa, la noté confundida, pude ver que algo le estaba pasando, por lo cual me preocupé de manera inmediata. ¿No le habia gustado?... ¿Le habia hecho algo malo?. Miles de preguntas asaltaron mi cabeza y comencé a sentirme culpable... era tan solo mi primera vez y yo no sabía qué cosas podrían hacer sentir mal a otra persona luego de un momento íntimo. No quería que nada lastimara a ella, era la persona mas hermosa que habia visto.
De pronto me abrazó, pude sentir su rostro buscando refugio en mi pecho y, casi de inmediato, la vi romper en llanto. Me quedé paralizado, mis ojos se abrieron ampliamente y mis expresiones se quedaron congeladas en una mueca de sorpresa. Mi corazón pareció detenerse por un instante... no entendia nada, no sabia que pasaba pero el sonido del llanto de Raven me hacia sentir un dolor infernal en el pecho. De pronto sentí un nudo en mi garganta... no entendia, simplemente no entendia qué le pasaba... y me estaba sintiendo fatal. -¿Raven? ¿Que sucede?... Por favor... ¿Que te sucede?- Le pregunté desesperado en cuanto pude recuperar mis sentidos, intentando saber por qué ahora estaba llorando de esta manera. -¿Te hice daño, Raven?, porque si es asi te juro que eso es lo ultimo que buscaria hacer en la vida.... yo....- Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero las contuve, ella estaba muy fragil y vulnerable y yo sabía que debía ser fuerte. -...yo siento que te amo...- Dije mientras bajaba la mirada y me quedaba inmóvil.
La situación era muy fuerte... y totalmente inesperada. Desde el momento en el cual la habia visto supe que era una curada y, basandome en las cosas que había dicho al presentarse ante mí, una reguladora tambien. Conocía a los de su tipo pues mis padres eran curados y trataban con reguladores de vez en cuando, motivo por el cual yo habia tenido contacto con ellos. Ninguno jamás demostró sentimientos como los que yo ahora estaba viendo con Raven... habia algo que no encajaba, si realmente era una Curada, no podría estar demostrando estas lágrimas, no por mí. Yo ya sentía que la amaba, que no podía pensar en un futuro donde ella no estuviera, y tambien me daba la idea de que tendría que aceptar que ella jamás me amaria como yo la amaria a ella, algo realmente doloroso y terrible. Sin embargo, todo parecía cambiar en frente a mi, Raven no parecía estar tan alejada de mi como pensaba que podría estar... ¿Seria posible que... ella tambien sintiera algo por mi?.
Mi corazón se desbordaba de sentimientos al verla llorar. Necesitaba sus respuestas, necesitaba saber que le ocurria... por dentro sentía como si todo mi mundo se estuviera desmoronando a mi alrededor. Fue un momento eterno, necesitaba saber que ella estaba bien mas que nada en el mundo, o al menos saber que había algo que podría hacer para ayudarla. Raven se habia vuelto todo para mí.
Salí de su cuerpo, mi miembro aun latía y, si bien de a poco se relajaba, mantenía un tamaño considerable debido a que estar tan solo ante la presencia de Raven garantizaba estar fisicamente atraido por ella. Suspiré reiteradas veces, buscando recuperar el aliento luego de algo tan fuerte como eso, y luego la busqué con la mirada, queriendo perderme en esos ojos tan bellos que habian sabido cautivarme desde la primera vez que los pude ver. Para mi sorpresa, la noté confundida, pude ver que algo le estaba pasando, por lo cual me preocupé de manera inmediata. ¿No le habia gustado?... ¿Le habia hecho algo malo?. Miles de preguntas asaltaron mi cabeza y comencé a sentirme culpable... era tan solo mi primera vez y yo no sabía qué cosas podrían hacer sentir mal a otra persona luego de un momento íntimo. No quería que nada lastimara a ella, era la persona mas hermosa que habia visto.
De pronto me abrazó, pude sentir su rostro buscando refugio en mi pecho y, casi de inmediato, la vi romper en llanto. Me quedé paralizado, mis ojos se abrieron ampliamente y mis expresiones se quedaron congeladas en una mueca de sorpresa. Mi corazón pareció detenerse por un instante... no entendia nada, no sabia que pasaba pero el sonido del llanto de Raven me hacia sentir un dolor infernal en el pecho. De pronto sentí un nudo en mi garganta... no entendia, simplemente no entendia qué le pasaba... y me estaba sintiendo fatal. -¿Raven? ¿Que sucede?... Por favor... ¿Que te sucede?- Le pregunté desesperado en cuanto pude recuperar mis sentidos, intentando saber por qué ahora estaba llorando de esta manera. -¿Te hice daño, Raven?, porque si es asi te juro que eso es lo ultimo que buscaria hacer en la vida.... yo....- Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero las contuve, ella estaba muy fragil y vulnerable y yo sabía que debía ser fuerte. -...yo siento que te amo...- Dije mientras bajaba la mirada y me quedaba inmóvil.
La situación era muy fuerte... y totalmente inesperada. Desde el momento en el cual la habia visto supe que era una curada y, basandome en las cosas que había dicho al presentarse ante mí, una reguladora tambien. Conocía a los de su tipo pues mis padres eran curados y trataban con reguladores de vez en cuando, motivo por el cual yo habia tenido contacto con ellos. Ninguno jamás demostró sentimientos como los que yo ahora estaba viendo con Raven... habia algo que no encajaba, si realmente era una Curada, no podría estar demostrando estas lágrimas, no por mí. Yo ya sentía que la amaba, que no podía pensar en un futuro donde ella no estuviera, y tambien me daba la idea de que tendría que aceptar que ella jamás me amaria como yo la amaria a ella, algo realmente doloroso y terrible. Sin embargo, todo parecía cambiar en frente a mi, Raven no parecía estar tan alejada de mi como pensaba que podría estar... ¿Seria posible que... ella tambien sintiera algo por mi?.
Mi corazón se desbordaba de sentimientos al verla llorar. Necesitaba sus respuestas, necesitaba saber que le ocurria... por dentro sentía como si todo mi mundo se estuviera desmoronando a mi alrededor. Fue un momento eterno, necesitaba saber que ella estaba bien mas que nada en el mundo, o al menos saber que había algo que podría hacer para ayudarla. Raven se habia vuelto todo para mí.
Aiden Silverstar- Mensajes : 58
Fecha de inscripción : 24/09/2012
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