Kaleb A. Sanders

PERSONALIDAD

Sólo tres personas conocen el verdadero nombre de Kaleb, que tampoco es el auténtico, sus padres y su hermano. Siendo un “inválido”, término que detesta, y viviendo en la ciudad tiene que andar con pies de plomo para no ser descubierto ni él ni su negocio de falsificación de documentos y ayuda a cruzar los bordes hasta las Tierras Salvajes.
Es desconfiado por educación, desde que era pequeño sus padres los educaron a su hermano y él en la certeza de que nadie puede ser de fiar, no importa lo mucho que te quiera, si lo capturan y le quitan el amor entonces, ¿qué le frena para descubrirte? Esa es la razón por la que cuida su nombre como su secreto mejor guardado ya que protegerlo ya lo salvó en el pasado. Es mentiroso, también por necesidad como todo lo que hace, y ha aprendido a leer las mentiras de los demás, es un “experto” en leer el lenguaje corporal de la gente y en saber si se puede fiar o no, aunque nunca se fiará del todo. Es fácil que se encariñe con la gente, igual de fácil que se desencariña de ellos. Si por alguna razón es amigo tuyo y el Consejo te mutila, como lo llama él, entonces echará de menos a la persona que eras antes, pero le importará poco o nada lo que te pase a partir de ese momento, para él estarás muerto porque de todas formas él te considera muerto por dentro.
Su lema personal es: “Antes muerto que esclavo” lo que requiere pocas explicaciones y es la razón por la que lleva un colgante, siempre por dentro de la camisa, con unas gotas de veneno y una navaja, por si lo capturan y amenazan con “mutilarlo”. No tiene miedo a hacer lo que haga falta para protegerse, si tiene que morir, morirá, y si tienes que morir tú, entonces que así sea.

HISTORIA

Nació en la ciudad pero cuando su madre se quedó embarazada de su hermano pequeño sus padres decidieron irse a las Tierras Salvajes, donde sería más sencillo proteger a dos niños pequeños de que el consejo se los llevara cuando cumplieran la edad de la intervención.
Creció en las Tierras Salvajes y estando allí conoció a Jonah, un chico un par de años más mayor que él y del que se enamoró perdidamente pero que tampoco llegó a conocer su nombre, aunque él quisiera decírselo Jonah nunca le dejó, diciendo que tenía mucha razón en lo que hacía y que no sabían cuando uno de los dos podía ser capturado y obligado a ser intervenido. Dos años después sus peores temores se hicieron realidad y mientras estaban en una de las manifestaciones que los de la Resistencia organizan en la ciudad, capturaron a Jonah y lo obligaron a intervenirse bajo la amenaza de que encontrarían a “Aaron”, Kaleb por aquel entonces, y lo matarían si no lo hacía. Como era de esperar cuando intervinieron a Jonah le preguntaron dónde podían encontrar a sus amigos, el único que no cayó en las manos del Consejo fue Kaleb, que no había dejado más rastro de Aaron que una supuesta nota de suicidio.
Después de eso dejó las Tierras Salvajes y se mudó a la ciudad y la siguiente vez que vio a Jonah, estaba “felizmente” casado con una chica. Le rompió el corazón, y por un momento se planteó seriamente dejar que le intervinieran para que dejara de dolerle, pero se dio cuenta de que aunque le doliera más que nada en el mundo tenía más cosas por las que vivir y que el dolor, al fin y al cabo, no era tan malo si te recordaba que estabas vivo y que todavía estabas entero. Todavía echa de menos a SU Jonah, no al que vio paseando por la calle con una desconocida, pero ha aprendido a superarlo y evitar al Jonah de ahora en la medida de lo posible.
Se mudó a la ciudad para ayudar a los incurados y todos los inválidos que todavía viven en la ciudad pero no saben como escapar y quieren hacerlo. O los que quieren seguir siendo “inválidos” pero no quieren dejar la ciudad como él.
Tiene un álbum de fotos lleno de fotos de su familia, sobre todo de su hermano pequeño, él es la razón por la que no se entregó al Consejo cuando se encontró con Jonah. También tiene un par de fotos de él y Jonah, por recordar tiempos mejores.
En la actualidad lleva una doble vida en la ciudad, por una parte es Jack Frost, el advenedizo y misterioso extraño que ayuda a los inválidos, carroñeros e incurados a cruzar la frontera o quedarse en la ciudad sin problemas, y por otra es Kaleb, alguien que intenta pasar desapercibido lo más posible para evitar problemas innecesarios, vive en la zona residencial y trabaja como diseñador gráfico, un trabajo que le permite trabajar desde casa, con la posibilidad de poder escabullirse a los túneles cuando lo necesite, y le da acceso al material necesario para hacer sus falsificaciones, aunque tenga contactos que le proporcionan la documentación necesaria. Además, por motivos obvios, Kaleb ha escogido no tener pareja como algunos de los curados.