Casi por accidente estas en mi -Kiara-

Si lograba encontrar a Dimitri podría largarme de este sitio y llegar a casa con el antes nuestros padres descubrieran que nos habíamos ido en primer lugar, esto era lo único en que podía y quería pensar mientras intentaba moverme entre la gran multitud que se había amontonado en la pista de baile, sus cuerpos me rozaban como si nada y cada toque, aunque fuera mínimo, me ponía histérica. Esto no estaba bien, los incurridos no debían comportarse así, era tan incorrecto..sucio. Aquí nadie le hacia caso a lo que estaba escrito en el manual de FFS, me cerciore de ello mismo al ver con mis propios ojos cafés como unos jóvenes de sexos opuestos se abrazaban y luego rozaban sus labios. Rápidamente aparte la mirada y emprendí nuevamente el paso porque estaba demasiado asustada para quedarme quieta cerca de estas personas además algo me decía que ya habían contraído la enfermedad o poseían varios de sus síntomas.

Los minutos transcurrían y mi búsqueda no estaba funcionando, recorrí cada rincón del granero pero el no estaba por ningún lado. Quizás había vuelto a nuestro hogar porque se había dado cuenta de lo errado que había estado su accionar. “Por favor..que este bien” pense internamente a la ves que me dirigía hacia la puerta trasera para echar un ultimo vistazo. Cuando finalmente salí me recorrió un pequeño escalofrío por todo el cuerpo debido a que las temperaturas habían bajado unos grados, el cielo estaba sumamente nublado, parecía a punto de llover. Al desviar mi mirada del cielo me tope con una figura masculina que me resultaba extrañamente familiar, los latidos de mi corazón se aceleraron al instante como si supieran perfectamente quien era él, después de unos breves segundos nuestros ojos se encontraron como si estuviéramos conectados, como si pudiéramos sentir que el otro estaba cerca y cuando se suponía que iba a soltar un comentario inteligente..empezo a diluviar con furza..

Gotas de agua comenzaron a deslizarse por mi rostro pero no las aparte, siempre me había gustado la lluvia, el hecho de sentirla sobre mi piel me tranquilizaba aunque no sabia bien porque me producía aquella sensación en particular, tampoco sabia porque me alteraba tanto estar cerca de Velkan, ni siquiera nos conocíamos de verdad, solo habíamos cruzado unas pocas palabras el día que me salvo del abrupto ataque que unos miembros de la resistencia hicieron en plena campaña del consejo ASD por pura maldad. Aquel día mucha gente inocente salió herida, yo estaba incluida entre todas esas personas y de no haber sido por el quizás no me encontraba ahora en este lugar, tratando de salvar, a toda costa, el culo de mi hermano.
-Hola..- Respondí simplemente, algo cohibida por su presencia, esta abarcaba todo a mí alrededor, no podía prestarle atención a nada mas y lo más aterrador era que no me apetecía hacerlo tampoco.

El calor de su mirada azulada me hizo sonrojar y para que no viera mi rostro utilice los mechones de mi oscuro cabello como escudo, no cubría demasiado pero era de bastante ayuda. Esperaba que no se percatara de mi turbación porque ya era extremadamente vergonzoso nuestro encuentro de por sí. No sabia que decir o hacer para alejar de una ves por todas el nerviosismo que me carcomía por dentro y para parecer mínimamente normal bajo su escrutinio. -No quiero problemas, solo busco a mi hermano, tengo que irme a casa y no puedo dejarlo aquí..- Al menos podía decir la verdad sin titubear o enredarme con las palabras. – ¿Y tu?, ¿Estas buscando problemas?-Quise saber con mas curiosidad de la necesaria y lo último que dijo logro que frunciera mi entrecejo para posteriormente moverme hasta la puerta, mas lejos de el porque obviamente no le gustaba mi compañia- Si deseas que me valla solo..debes decirlo y lo haré-

Sabia que había exagerado, no tendría que haberme mostrado tan..herida por sus palabras pero estas me habían afectado y por eso había soltado, sin pensar, lo primero que había pasado por mi complicada cabeza. Lamentablemente aun no descifraba la razón de mi repentino malestar pero suponía que se debía a su rechazo sutil, no tenía mas teorías, tampoco quería engañarme fingiendo que su tediosa y ácida actitud no me perjudicaba de ningún modo porque era una gran mentira, todavía no era inmune a los malos tratos a pesar que con los años me había acostumbrado a tolerarlos, a soportarlos y continuar..sin cuestionar que había hecho mal o que tenia defectuoso en mi interior para recibirlos con semejante frecuencia. “No estas curada..ese el problema” Susurro una vocesilla conforme mi mirada volvía nuevamente al rostro de Velkan, había algo en sus bellas facciones que me atraía sin poder evitarlo, tal ves el halo misterioso, que lo rodeaba constantemente, era el que me empujaba a querer desentrañar como era en realidad porque tenia que haber mucho mas que solo un chico apuesto y seguro de si mismo en su interior..

Mi mano apretó la puerta y acto seguido mis nudillos se pusieron blancos mientras mi semblante se transformaba en uno serio al oír como me echaba en cara haberme salvado aquel día de los carroñeros, ellos me habían golpeado un poco para robarme algunas pertenencias pero no había sido tan grave o al menos eso quería creer, quizás podría habérmelas apañado sola si no hubieran sido dos de ellos. –No te pedí que me ayudaras..- Mustie simplemente, al mismo tiempo que recorría su cuerpo, de manera lenta, con mi mirada porque estaba acercándose demasiado, nunca había conocido a ningún joven de su edad tan..bien ejercitado, tenia que ser ilegal en este estado o algo así. –¿Qqu.ee..esstas..ha.cien.do?-Balbucee indignada, unos minutos mas tarde, al darme cuenta que me había arrinconado entre la puerta y su cuerpo, no podía escaparme, corrección podía hacerlo pero para lograrlo exitosamente tenia que colocar mis manos sobre él y empujarlo y no estaba segura de querer hacer precisamente eso porque requería contacto, mucho contacto.
Lo siguiente que iba a decirle murió en mis labios porque su repentina sonrisa me desconcertó, intente a duras penas no sucumbir ante la fuerza de aquella deslumbrante mueca pero falle estrepitosamente porque las comisuras de mis labios se torcieron hacia arriba. –Creo..que no es mi noche..tampoco-
Sus dedos apartaron algunos mechones de mi rostro y de paso rozaron mi mejilla, rápidamente sentí un cosquilleo en mi piel, un cosquilleo que fue propagándose, extendiéndose, por otras partes de mi cuerpo. -Esto esta..mal, ¡aléjate de mi!- debí sonar enojada, asqueada por su caricia pero hasta mi voz se rebelo y cuando parecía que ya no podía ponerse peor..suspire y nuestros torsos se juntaron.

-No, no lo sabe..- Respondí en un tono carente de emoción alguna, el no tenía porque saber que mi padre y yo no éramos unidos, mucho menos que apenas nos dirigíamos la palabra cuando estabamos juntos..además si Klaus se enteraba de que había hablado con otro inválido iba a regañarme duramente, no importaban los motivos que hubiera tenido para hacerlo porque para él las reglas siempre eran demasiado importantes, no había que quebrarlas bajo ninguna circunstancia..incluso aunque mi propia vida estuviera en juego. –Ya te di las gracias Velkan, no sé que más quieres que haga- ¿Acaso estaba buscando que me pusiera de rodillas y lo alabara por quitarme de encima a esos carroñeros? Había sido un lindo gesto, por un momento me había sentido realmente protegida al sentirlo tan preocupado por mi bienestar, a pesar de que no me conocía me había ayudado..pero su arrogancia me había irritado niveles extremadamente altos en mi escala de enojo, provocando que simplemente le dijera un gracias seco antes de largarme cojeando con la poca dignidad que me había quedado.

“No respondas Kiara, solo estaba buscando sacarte de quicio y no le puedes dar ese gusto” Me dije internamente, mordiendo mi lengua para no soltar algún comentario filoso a la ves que tomaba aire profundamente con el único fin de tranquilizarme. Agh era tan..tan exasperaste, no tendría ni que haberme acercado para entablar una conversación con el ya que obviamente era imposible platicar como gente civilizada si estaba alrededor. –Ya lo he buscado por toda la granja y no hay rastros de él así que si, esta perdido- No me gustaba en lo mas mínimo que bromeara sobre esto, era un tema muy grave. Los que infringían las reglas eran castigados severamente y según los rumores existían casos en los que no sobrevivían y por eso mismo tenias que pensarlo dos veces si planeabas convertirte en un simpatizante o un rebelde, supongo que el gobierno solo quería tener a la población controlada y una de sus mejores armas era influir miedo en los ciudadanos además de sentido común claro.
-Voy a darte la razón..esta ves, que contraiga deliria seria lo peor que podría suceder- Mustie con total y completa seguridad, no había nada que me aterrara mas que adquirir la enfermedad porque esta te mataba lentamente si tenias a la persona de tu devoción cerca tanto como si no la tenias.
Mientras hacíamos una pequeña batalla de miradas me mantuve callada, sopesando sus palabras, lo absurdo que están sonaban. -¿Tragedia? Por favor, estas diciendo estupideces..- Rápidamente puse mis ojos en blanco y ladee mi rostro a un costado para vislumbrar las gotas de lluvia que seguían cayendo, su rostro aun se encontraba a centímetros del mio..eso me ponía nerviosa y la peor parte es que el lo sabia.
Entrecerré mis párpados cuando finalmente se alejo y relaje mi cuerpo ya que acababa de percatarme de la rigidez de mis músculos, había estado en una poción de ataque todo este tiempo por su culpa, porque me hacia sentir intimidada como nunca antes. – ¡No soy una niña! Y mis ideas están bien claras pero parece que tu tienes que hacer, urgentemente, algo con las tuyas antes que hundas a la alguien inocente contigo-Exclame utilizando su mismo tono frío justo cuando corte las distancias entre nosotros y me atreví a colocar uno de mis dedos en su pecho, picándolo..-No se quien diablos te crees que eres pero yo no voy a seguir tus jueguitos ni mucho menos doblegarme ante ti porque estas disconforme con tu vida..-

-No quiero saberlo, el amor nunca dura y por eso hay que exterminarlo, lo único que logra con suma eficacia es el deterioro mental y físico de las personas, las enloquece, lentamente, hasta que no pueden pensar con claridad en absolutamente nada además mi propio padre me ha dicho que soy una chica muy afortunada porque no voy a pasar por eso jamas.- Exclame de manera practica, un poco mas tranquila que antes debido a que podía exponer mis ideales sin problemas ya que creía febrilmente en ellos. Unos segundos mas tarde fruncí mi entrecejo ante su tono cargado de..pasión, ¿acaso ya padecía de derilia y por eso lo defendía tanto?.-¿Porque estas tan seguro de que tiene una parte buena Velkan?, podrían haberte mentido al respecto o ¿tienes pruebas de ello?-Pregunte con mi habitual curiosidad y luego de soltar esas palabras me regañe internamente, no debía meterme en su vida privada..primero porque no tenía derecho y segundo porque no me importaba, no podía importarme punto. Pronto obtendría la preciada intervención y estaría a salvo, al fin seria perfecta para todos los ojos ajenos.

-¿Qué?..no, no va a pasar. ¡Ni en tus sueños!- Susurre con gran indignación mientras notaba como mis mejillas ardían a causa de la intensa y repentina vergüenza que me había provocado aquel comentario, como había sonaba su voz también me había sorprendido porque el tono pícaro que detecte era un claro signo de que estaba coqueteando conmigo y quería incitarme, por todos los medios posibles, a que hiciera lo mismo con él tras haber caído bajo sus hábiles redes.
En el instante en que poso uno de sus dedos sobre el centro de mi torso, justo entre mis pechos, baje mi oscura mirada a aquel sector y en ves de apartarlo..solo lo deje estar debido a que no era el único que había invadido una burbuja personal, la verdad es que yo había comenzado con esto a pesar de que no tenia la menor idea de que era esto precisamente.. –¿Porque tendría que tenerlo? ¿Vas a hacerme daño?-Con cierta altanería alce mi rostro para volver a verlo luego de soltar esos interrogantes y acto seguido mi aliento se atasco en mi garganta porque estabamos demasiado cerca, me hacia sentir..extraña

Hice rodar mis ojos con gran escepticismo cuando menciono que su nombre sonaba lindo en mis labios al pronunciarlo y posteriormente me cruce de brazos porque estaba demasiado inquieta, necesitaba mover alguna parte de mi cuerpo para distraerme, para olvidar de una ves por todas esta cercanía que estaba alterándome..porque el calor que desprendía su cuerpo no debía sentirse tan agradable contra mi piel y porque era incorrecto que me picaran las palmas de mis manos a causa de querer tocarlo.
-Si, me siento atrapada pero no por las razones que tu crees- Solté en un tono apenas audible para él ya que tenia la garganta seca. Estaba en una encrucijada, por un lado se encontraba mi preciado sentido común, todas las reglas que había intentado obedecer, aquellas ordenes que había acatado sin chistar mientras crecía en un hogar carente de amor y por el otro las intensas emociones que me dominaban a veces, los cuestionamientos..las dudas que no podía resolver o callar dentro de mi mente, el que pasaría si me atreviera a hacer algo indebido o prohibido..¿me haría sentir mejor? ¿completaría las piezas faltantes de mi alma al comportarme de manera indecente?

Velkan lograba con esta charla que me replanteara mis creencias, aun no las iba a cambiar, era una locura que lo hiciera a esta altura de mi vida, pero debía admitir que me tentaba con las nuevas posibilidades, con ese futuro incierto cargado de libertad. –Desde que soy niña me han enseñado a solo querer la cura, no sé que más podría necesitar..desear-Mustie cerrando apenas mis párpados cuando sus dedos hicieron contacto por primera ves con la húmeda piel de mi cuello, desencadenando un temblor por todas partes que me conformaban. La lluvia, para colmo, no cesaba y con cada minuto transcurrido mas mojadas estaban nuestras vestimentas, nuestros cuerpos. Podía sentir su respiración cerca de mi rostro y el constante latido de mi corazón, el cual solo se acelero mas tras sus palabras y de repente, sin previo aviso, enmarco suavemente mi cara con sus frías manos antes de comenzar a acercarse. Una ola de temor me invadió, dejándome prácticamente en shock conforme ponía mis ojos como platos pero se disipo en el instante en que note el roce de su boca contra la mía, fue breve, sin embargo, fue una de las cosas más hermosas que me habían sucedido.-¿Por qué lo hiciste?- Coloque inconscientemente la yema de mis dedos contra mis labios, como si al tocarlos fuera capaz de revivir el momento.
-Si te pido que vuelvas a besarme..¿lo harias?-

Hay instantes que marcan un cambio en la vida de una persona, breves momentos en los que lo desconocido te rodea y solo puedes sucumbir ante su belleza, su gran poder. Dejas de pensar en las consecuencias de tus actos, en como estos impactarán en los demás porque ya no hay razón capaz de controlarte, no existen reglas ni limites que te paren, únicamente estas tu y lo que habita en tu interior, aquello que clama a viva voz por salir, sentimientos que se asemejan al fuego porque las llamas de las emociones queman, con suma rapidez, lo mas profundo de tu ser y se expanden por todas las terminaciones nerviosas que posees, incluso aunque no las conozcan porque nunca dieron señales. Este era sin dudas mi instante, podía sentir como los muros que había construido tan minuciosamente con el correr de los años se venían abajo a una velocidad sorprendente. Siempre había estado al tanto de que algo extraño, algo prohibido, convivía dentro de mí a pesar de que negara esa naturaleza, esas ansias de mostrarle al mundo como era en realidad sin temer que me rechazaran o que me apuntaran con el dedo por ser..diferente.
A veces observaba a mi pequeña hermana a escondidas y cuando sonreía o simplemente se veía feliz sentía una terrible opresión en mi pecho porque no podía acercarme y estrecharla entre mis brazos con ternura, no podía decirle lo importante que era para mí y mucho menos que la quería hasta la locura. Nuestros padres nunca nos enseñaron a amar, sin embargo, creo que yo lo hacia con una facilidad alarmante y tal ves por ese mismo motivo estaba empeñada en cumplir a la perfección mi papel de hija modelo, si llegaban a enterarse de la verdad iban a apartarme de Katia, de Dimitri y sin ellos no tenia nada, no era nada.

Puede que Velkan tuviera razón pero.. ¿Si elegía mal? Si amaba a alguien que no podía corresponderme ¿existía una solución para que no doliera o tendría que conformarme?. Tantos eran los interrogantes que me bombardeaban, no sabia por donde comenzar con las preguntas y al mismo tiempo no me apetecía hablar porque rompería la burbuja que habíamos creado solo para nosotros dos. Sus manos eran tan grandes a comparación de las mías, me hacia sentir diminuta, frágil y aunque no poseían el calor habitual debido a la lluvia y al descenso de la temperatura me reconfortaba su toque. –No, me gusta..- Logre balbucear tímidamente cuando coloco mis manos en sus fornidos hombros y posteriormente hizo que nuestras frentes se juntaran, ni siquiera podía verlo en su totalidad porque estabamos muy cerca, con cada respiración su aliento acariciaba mi rostro, produciendo un ligero cosquilleo en mi piel. Esta ves no me sorprendió que deslizara sus manos por mis costados tampoco el beso no me tomo desprevenida pero, sin dudas, no estaba preparada para la ola de placer que me causo.
Quería hacerlo bien y principalmente quería que a el le gustara, por eso me atreví a presionar mi cuerpo contra el suyo a la ves que mis labios se frotaban lentamente contra los ajenos y casi sin darme cuenta accedí a las profundidades de su dulce boca, mi lengua tentando, acariciando todo lo que encontraba a su paso pero no lo hacia con la audacia que el implementaba sino mas bien dubitativamente, temerosa de estar haciéndolo mal, a fin de cuentas era mi primer beso y no tenia un patrón que seguir. El instinto me guiaba, me alentaba a morder, cuidadosamente, su labio inferior así que segundos mas tarde lo hice conforme trasladaba mis manos a su cintura para rodearla y ejercer un mayor agarre sobre él.

Ahora entendía porque las personas se arriesgaban a echar por la borda tantos años de control, era por esto. Para experimentar por primera ves o para revivir, incluso por un breve lapso de tiempo, este instante intimo y perfecto que solo podía florecer entre dos seres que se permitían sentir. Miles de sensaciones nuevas me recorrían por dentro mientras nos besábamos, notaba absolutamente todo, desde la fricción de nuestros labios al moverse dulcemente hasta el deslizamiento de las gotas de lluvia que caían por mi piel y me producían ligeros escalofríos. Mi agarre sobre el se había intensificado, mis manos estaban sobre su nuca, acariciando los mechones de su húmedo cabello a la ves que echaba, apenas, su cabeza hacia atrás para acceder con mayor facilidad a las profundidades de su boca porque quería intoxicarme con su delicioso sabor, obtener lo mas que pudiera del mismo para atesorarlo en mi mente y que no pudieran arrebatármelo.
Cuando finalmente nos separamos me perdí literalmente en sus ojos azules, no podía articular palabra alguna y estaba comenzando a resultar incomodo para ambos estar rodeados de tanto silencio. Con bastante timidez una de mis manos se movió por su mejilla, luego las yemas de mis dedos delinearon su mandíbula por varios segundos que parecieron eternos antes de dejar caer el brazo a uno de mis costados. –No había sido suficiente-Admití en voz baja, notando como nuevamente me ruborizaba. Hasta adquirir el color de un tomate. Una parte de mí estaba dando saltos de alegría porque al fin me animaba a decir lo que realmente pasaba por mi cabeza pero la otra prácticamente temblaba de miedo y cuestionaba todo lo que oía o veía.

De repente Velkan se alejo de mi lado, sin entender muy bien que estaba sucediendo, seguí curiosa la dirección de su mirada y vislumbre unas luces parpadeantes, no tarde demasiado en darme cuenta que los vigilantes estaban por hacer una redada además él disipo mis sospechar al pronunciar suavemente que se trataba de la guardia, seguramente alguien que no debía se había enterado de la fiesta y se lo había comunicado, sin dudar, a las autoridades para que hicieran algo al respecto.
Al ser jalada reaccione de la gravedad de la situación y me puse rápidamente en marcha, corrimos por el campo al mismo ritmo ya que su agarre no me permitía bajar la velocidad, de todos modos tampoco me apetecía hacerlo sabia que nos estabamos jugando la vida aquí.
Tras detenernos en una zona libre de peligro observamos agazapados el caos que se estaba gestando en el granero y mientras mi respiración se normalizaba su comentario me arrebato una pequeña sonrisa, una que no pude ni siquiera esconderle- No creía que existieran los héroes, al menos no hasta ahora..-Mustie suavemente pero con una pizca de diversión pero esta rápidamente se disipo porque no era un momento para mostrarme graciosa, entre toda la gente que intentaba huir desaforada del granero podía estar mi hermano. –Se siente..bien pero extraño, nunca nadie se preocupo por mi. ¿Que se siente tener que salvarme siempre que estoy metida en problemas?-