Lana Brant

PERSONALIDAD

A primera vista no parece ser del tipo que habla mucho o gusta de la compañía en general, así que no todos se sienten suficientemente cómodos como para abordarla. Sin embargo, los que lo hacen pronto descubren que Rachel no es una chica hostil, al contrario, tiene muy buen sentido del humor, es amable, inteligente y ocurrente. Le agrada meterse en problemas en general, además tiene carácter y es muy justa.

Es sarcástica muy a menudo. Le encanta que las personas le sigan la corriente y que no se enfaden por sus maneras que a veces pueden ser ligeramente molestas, ya que ella no lo hace con mala intención. Se siente cómoda con la gente que es educada y divertida.

Es muy fácil hacerla feliz, disfruta de las cosas más sencillas y es excelente conversadora.

En cuestiones personales, gusta de las personas con mucha iniciativa y que hasta son catalogadas como… lanzadas, pero no con todo el mundo, sino sólo con ella. Y lo más probable es que la pongan nerviosa, aunque de una manera muy agradable.

HISTORIA

Ella pertenece a la clase adinerada, su familia tiene un consorcio internacional y mantienen una vida social muy agitada que parece cumplir con todos los requerimientos de las personas de su estatus, sin embargo también son muy apegados a la usanza antigua, es por ello que lo arriesgaron todo al elegir darle a sus hijos una oportunidad de ser diferentes. Al llegar el momento de ser sometidos a la intervención, sus padres arreglaron fingir su “curación”, pagando sumas exorbitantes en los sitios correctos, incluso les hicieron la cicatriz correspondiente. Nadie sospecharía del fraude.

Pero eso es lo único en lo que no han sido convencionales, ya que en otros aspectos han intentado hacer de sus hijos unas personas correctas, educadas y buenos ciudadanos, lo que en gran medida ha funcionado, sin embargo el carácter extrovertido de Lana se ha prestado a disgustos y regaños en más de una ocasión.

En general siempre fue una buena estudiante, aunque sus méritos se veían algo opacados por los de sus hermanas. Ella se distinguía por prestar mucha más atención a su vida social, que a los deberes. De manera cotidiana la joven hacía cosas como salir sin permiso de la casa, volver demasiado tarde, frecuentar personas que no pertenecían a su círculo social, etc. Pero su vida en general puede catalogarse como pacífica y normal, inmersa entre las comodidades de la vida citadina, sin preocuparse realmente porqué le depararía el destino, a dónde la llevaría…

Cuando tenía 17 años, sus padres murieron en un accidente automovilístico que mucho más allá del sufrimiento causado, sumió la vida de la chica en una azarosa vorágine de caminos inciertos. Los años siguientes los pasó en un orfanato, ya que en el testamento no se le habían designado tutores, así que tendría derechos sobre su fortuna hasta cumplir la mayoría de edad. Todo a lo que la joven estaba acostumbrada desapareció, pero ella jamás perdió de vista que eso no era para siempre.

A partir de ese momento, Lana decidió esforzarse más y cambió su comportamiento, al marcarse como meta triunfar en su futura carrera.

Al pasar de los años, las cosas mejoraron. La joven pudo reclamar su herencia y cumplió su cometido, muy pronto fue vista como una prometedora genetista que obtuvo un buen trabajo como parte de uno de los laboratorios más grandes del país. Aunque… su fachada de mujer exitosa, esconde motivos ulteriores. Lana considera que el mayor legado de sus padres fue darle la oportunidad de amar, y por ello está en contra del sistema actual, incluso piensa que debe haber una cura para la intervención. No tiene idea de cómo, pero se lo ha planteado y quisiera poder investigar al respecto.